tribuna
Blindaje antisoria
Rivero y Pérez se aferran, ahora más que nunca, para impedir que Soria López emprenda una nueva embestida
LA ruptura del pacto regional entre Partido Popular (PP) y Coalición Canaria (CC) durante la pasada legislatura fue el inicio del desaire entre el presidente regional popular y actual ministro, José Manuel Soria, y el presidente canario, Paulino Rivero. A ello hay que sumarle el ... hecho de que Soria no haya podido gobernar Canarias pese a ser la primera fuerza en las Islas.
Rivero y José Miguel Pérez, el vicepresidente y líder socialista, se plegaron y conformaron el pacto de perdedores. Soria movió ficha y rompió liderazgos locales e insulares en manos de CC. Para ello, el líder popular, con un sector socialista como aliado pero injustamente sacrificado, liquidó hegemonías históricas como en La Palma, bastión tradicional de API (Agrupación Palmera de Independientes) o en El Hierro, donde desinfló a la AHI (Agrupación Herreña de Independientes) con una moción de censura en el Cabildo. En la Isla Bonita trató de desbancar igualmente a CC del poder en la máxima institución y firmó históricos acuerdos con los socialistas en casi la totalidad de los municipios palmeros.
En Tenerife selló alianzas de gobernabilidad con el Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) en plazas hasta ahora indiscutibles para ATI (Agrupación Tinerfeña de Independientes). Los nacionalistas no le perdonan a Soria López que haya desbancado a CC del poder en el Cabildo de Gran Canaria recurriendo al CCN a cambio de un inesperado acuerdo electoral en las recientes elecciones generales. Rivero y Pérez se aferran, ahora más que nunca, para impedir que Soria López emprenda una nueva embestida. CC trata de contrarrestar cualquier nuevo ataque soriano y decide la expulsión de los populares del gobierno insular de Lanzarote o en el municipio de Teguise. Habría que detenerse, además, en el futuro del pacto regional. Si Rivero opta por mantener su alianza con José Miguel Pérez o si, finalmente, se verá en la necesidad imperiosa de reconducir las relaciones con el PP y recuperar el pacto de los últimos años. A no ser que los detractores internos de José Miguel Pérez mantengan el pulso para derribar al propio secretario general y tratar de romper, de esta manera, el pacto autonómico. En todo caso hay que esperar a los resultados de las próximas citas congresuales.
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