Díaz quiso mandar a Montero de embajadora a 10.695 kilómetros

Por su parte, desde Sumar no quisieron reaccionar a la información, pero lo cierto es que tampoco lo negaron. Los socialistas sí habían aceptado que Podemos estuviera en el Consejo de Ministros; no obstante, fue Sumar quien después de no querer a Montero en las listas electorales del 23J tampoco los quisieron en Moncloa.

Solo los estrategas y asesores más cercanos a Belarra saben si la secretaria general de Podemos dio luz este lunes a este asunto en un verdadero impulso —como ella misma expresó ante las cámaras, que dijo que Montero no tenía ni idea de que iba a decirlo— o se trató de un mensaje estudiado para resaltar la entrega de su candidata a los comicios europeos. «Irene lo hubiera tenido muy fácil para tener lo que ellos llaman una salida política, a mí me ofrecieron una salida política para Irene, una embajada, una salida que la sacara de España y que hiciera que deje de dar problemas», expresó Belarra en Espacio Ecooo, un local en el madrileño barrio de Lavapiés. Añadió que lloró de frustración y las dos lo rechazaron. «Habría sido muy fácil para ella dar un paso a un lado y buscar fuera de España una salida política y, sin embargo, Irene ha decidido dar un paso adelante y echarse a la espalda una campaña muy difícil, pero muy, muy importante», continuó.

Podemos se presentará a las europeas al margen de Sumar para intentar recuperar peso político y lograr financiación después de quedar reducidos a cinco escaños en el Grupo Mixto del Congreso al romper su alianza electoral con Díaz. Montero cargó este lunes su discurso de mensajes velados contra PSOE y Sumar, no en vano, tendrán que competir por un mismo caladero de votantes y confrontar sus tesis políticas con los partidos del Gobierno.

«No nos vamos a conformar con el ‘no se puede’ del socialismo y de los Verdes», dijo la número dos de Podemos, sin mencionar a Sumar pero sí a la familia ecologista europea con la que Díaz se significa. También acusó al PSOE de «defender desde la izquierda las políticas de derechas». Y, en extensión, acusó a Sumar de no tener voz en el Ejecutivo: «No nos gusta el silencio, es una posición política, las injusticias son hijas del silencio». Idea que apuntaló la coportavoz del partido María Teresa Pérez: «Hay una izquierda que no le lame las botas al PSOE». Y repitió Belarra: «Queremos poner en pie una izquierda que no asuma los límites del PSOE, que no se conforme».

La lista de Montero a Europa la siguen los portavoces del partido; Isa Serra, Pablo Fernández y María Teresa Pérez, por ese orden. Después, Serigne Mbaye, Diego Cañamero y Mar Cambrollé. Todavía tendrá que ser votada por la militancia en las primarias internas que culminan el 1 de febrero. No obstante, pese a haber una lista rival no se espera que consiga la suficiente fuerza y apoyo para convertirse en una amenaza para la oficialista.