Las asociaciones judiciales coinciden en que el bloqueo ha laminado el Poder Judicial

Para María Jesús del Barco, portavoz de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), «una vez que lo había anunciado ya tenía que hacerlo» porque quedarse implicaba «contribuir al desprestigio de la institución». A su juicio, la renuncia tenía que haberse producido antes, en concreto en 2021, a raíz de la reforma con la que el Gobierno recortó sus atribuciones impidiéndole hacer nombramientos en el Tribunal Supremo.

Del Barco no cree que esta dimisión vaya a empeorar la situación del Poder Judicial, «porque peor no podemos estar«. A su juicio hay que renovar con urgencia, tal y como dice Europa y que sea el nuevo Consejo el que afronte los nombramientos pendientes, también los de los dos magistrados del TC que Lesmes quería dejar hechos antes de irse. La APM está de acuerdo en que se cumpla el mandato legal que sí permite nombrar a los dos candidatos al TC (pese a que en el Supremo no se puede hacer) pero no entiende la urgencia cuando aquí los vocales llevan quince días de retraso sobre el plazo que se les dio mientras el Consejo lleva cuatro años en funciones.

Desde Francisco de Vitoria, Sergio Oliva, miembro del comité nacional de esta asociación judicial, sostiene que la dimisión de Lesmes «ejemplifica la situación dramática y catastrófica» en la que se encuentra el CGPJ. Hace un llamamiento a los grupos parlamentarios para que, «en un acto de generosidad», entiendan la importancia que tiene el órgano de gobierno de los jueces para la justicia y procedan a renovarlo. En esa renovación no se puede perder de vista que «Europa nos está mirando», dice y que si bien es importante proceder al nombramiento de los nuevos vocales conforme a la ley actual, «posteriormente y de forma inescindible, hay que iniciar el proceso de reforma» para que los doce vocales de procedencia judicial sean elegidos por la propia carrera. «Estamos en un punto de no retorno», apostilla Oliva.

Por su parte Juezas y Jueces para la Democracia (JJPD)asegura que la dimisión de Lesmes «es la única solución y decisión posible que esperábamos». «No había ni hay otra salida, como ya hemos expresado en reiteradas ocasiones», señala Secretariado de la asociación de una nota. Pero a su juicio, no es la del presidente la única dimisión que debe producirse. «Esperamos que el resto de los vocales de un órgano constitucional y democrático, como es el CGPJ, dimitan inmediatamente de sus cargos para dejar de dañar la imagen y la dignidad tanto de la justicia como servicio público, como el de un poder al que no representan y al que hace demasiado tiempo que dejaron de servir«, señala en alusión a los cuatro años del órgano en funciones.

Además, y en referencia al bloqueo de las negociaciones para nombrar a dos magistrados para el TC, JJpD arremete contra «algunos de los vocales» del CGPJ cuyas actuaciones «son un ataque frontal a la neutralidad de un poder del Estado cuya legitimidad deriva en gran medida de la imparcialidad y neutralidad, de la buena fe y de un principio de legalidad que simplemente se soslaya«. Si no dimiten, dice, »no se comprenderá que mantengan cautivo al Consejo del Poder Judicial de unos intereses que no son los de la justicia«.

Por último, Foro Judicial Independiente recuerda que en noviembre de 2017, cuando ni siquiera había vencido su mandato, esta asociación pidió la dimisión de Lesmes por su gestión al frente de «un CGPJ que no ha trabajado por la independencia de los jueces ni por la mejora de sus condiciones profesionales». Recuerda que al inicio de su mandato «comparó a los jueces con asnos que sólo se mueven por el palo y la zanahoria (sin llegar a disculparse por ello), se ha puesto de perfil cada vez que hubiese sido necesaria su presencia pública para defender y amparar las actuaciones judiciales frente a la opinión y/o los poderes públicos y, sobre todo, ha actuado como correa de transmisión del poder político poniendo en duda la profesionalidad de la carrera al insistir en que lo esencial es el número de sentencias, sin importar ni la calidad de las mismas».

Señala además, que Lesmes «ha sido cómplice del cambio de cromos» para renovar el CGPJ, llegando a paralizar los nombramientos para facilitarlo y «mercadeando con los cargos del mismo como si le perteneciesen». «Ha sido un presidente nefasto», concluyen. Sin embargo, se muestran contrarios a su renuncia, que taldan de «incomprensible e inútil».

Foro Judicial asegura no entender las razones de la renuncia. «La falta de renovación del CGPJ no es responsabilidad de sus vocales ni de su presidente, sino de unos partidos políticos que no se ponen de acuerdo en ello. Renunciar por lo que otros no hacen es irresponsable, al situar el foco donde no es».

No cree esta asociación que esta renuncia vaya a facilitar esa negociación, que depende exclusivamente, recuerda, de la negociación política «y ésta, a su vez, depende de intereses políticos». «En un momento de crisis institucional, lo que hay que hacer es mantenerse al frente de la institución, mostrando su fortaleza, no salir de ella agravando la situación con la vana y egocéntrica esperanza de convertir la huida en un gesto que haga cambiar de opinión a nuestros políticos».

Esta asociación hace un llamamiento al resto de vocales para que no sigan los pasos del presidente y no permitan «que la inoperancia política provoque un vacío de poder en el gobierno judicial, lo que sin duda pagaría la carrera judicial (licencias de enfermedad, por maternidad, concursos , comisiones, permisos, etc.) pero, sobre todo, y por ello, la marcha de los juzgados y tribunales del país, es decir, los pleitos de miles de ciudadanos».