Armengol niega que hablara con Koldo sobre mascarillas ni sobre la empresa de la trama: «No tengo miedo a nada»
Comparece ante la comisión en el Parlamento balear por la compra de mascarillas fraudulentas y se presenta como víctima de la «maquinaria del fango»
Ve normal que la UCO se personara en el Servicio de Salud de su Gobierno para reclamar el expediente de compra y sus subalternos no le informaran
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La presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, Francina Armengol
La presidenta del Congreso y expresidenta del Gobierno de Baleares, Francina Armengol, se sacude cualquier responsabilidad en la compra fallida de 1,5 millones de mascarillas que en abril de 2020 su ejecutivo regional adquirió por casi 4 millones de euros a la empresa ... Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL., vinculada a la 'trama Koldo' e investigada por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Europea. Un lote por el que se pagaron casi cuatro millones de euros y se almacenaron sin usar hasta que caducaron.
Armengol ha asegurado ante la comisión del Parlamento de Baleares este viernes que «no sabía nada» de esta compra, pese a que la tramitación pasó por Consejo de Gobierno y se dio por enterada. Ha insistido en que tampoco tuvo conocimiento hasta hace «bien poquito» de que la Guardia Civil se había personado en julio de 2022 en el Servicio balear de Salud para pedir el expediente de compra con Soluciones de Gestión, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción.
«No me avisaron de que entró en la UCO [en el Servicio de Salud]. Se lo puedo decir en castellano, si quiere, pero no me avisaron», ha espetado ante la insistencia de la representante del PP, Marga Duran. E incluso ha normalizado que su director general se lo ocultara a ella y a la consejera de Salud, alegando que éste tenía la «conciencia tranquilísima».
Armengol se ha presentado en la cámara balear como víctima de los «bulos» para, acto seguido, acusar a la presidenta de Baleares, Marga Prohens, -que no estaba presente- de poner en marcha una «máquina del fango» contra ella para desacreditarla. Se ha parapetado en Prohens para defenderse por haber dejado caducar todas las mascarillas cuando era presidenta de Baleares hasta 2023: «Yo no estoy para controlar un almacén de compras. Estaba para las decisiones importantes. ¿Sabe Prohens cuántas vacunas han caducado este año?», se ha jsutificado.
La compareciente ha reconocido haber hablado con el ex ministro José Luis Ábalos y con su asesor, Koldo García, pero ha descartado «rotundamente» que hablaran sobre la contratación de ninguna empresa. Ha sido cuando el PP le ha dicho que Ábalos y Koldo aseguran que tienen un montón de mails y whatsapp hablando de mascarillas. ¿Usted teme que salga cualquier mensaje o correo hablando de mascarillas?«, le ha pregunta Marga Durán, a lo que ha contestado: »No tengo miedo de nada«.
Armengol ha acusado al PP y Vox de utilizar la comisión de investigación para obtener rédito electoral y destruir al «adversario político»; y de tener unas conclusiones acordadas para ser debatidas dos días antes de las elecciones europeas del 9 de junio, «un día antes del periodo de reflexión».
Es la segunda vez que comparece para dar explicaciones sobre las mascarillas compradas a la presunta trama criminar de Koldo, tras hacerlo en el Congreso el pasado 13 de mayo. En la misma línea, ha reiterado que el contrato de emergencia para comprar estas mascarillas fue correcto, a pesar de que la resolución del Servicio de Salud de mayo de 2020, sin embargo, justificaba ésta y otras compras para destinarse a la protección de personal sanitario.
Cabe recordar que un análisis posterior de este lote de 1,5 millones de mascarillas constató que no eran FFP2 y que su filtrado de protección era de ínfima calidad, por lo que se hizo un código ad hoc para almacenarlas y no usaron hasta que caducaron.
Armengol sostiene que desde el primer momento se habían comprado para destinarlas a uso civil, como stock de seguridad, a pesar de que los correos entre cargos de Salud esos días, sin embargo, muestran la preocupación y sus dudas por la mala calidad de las mascarillas FFP2 que supuestamente habían comprado.
La socialista, que tardó 13 días en hacer declaraciones tras estallar el caso Koldo y las investigaciones de la Audiencia Nacional, evitó el pasado mes de marzo, hasta tres veces, aclarar quiénes fueron los interlocutores entre el Ministerio de Ábalos y su administración. Su director general reconoció posteriormente en su comparecencia en la misma comisión que le habían llamado a su móvil desde el Ministerio para pasarle el teléfono de Koldo García, a través de la centralita del Servicio de Salud. Todavía no se sabe quién es esa persona.
Hoy Armengol ha reconocido que en su comparecencia el 5 de marzo de 2024 no había contestado porque no sabía que Palomino era el primer eslabón de esas comunicaciones. ¿Sabía que había sido Palomino? «Sinceramente, no», ha dicho.
«¿Cómo puede ponerse en contacto un Ministerio con un gobierno regional a través de una centralita?», ha cuestionado el representante de Més per Mallorca, sin que la presidenta del Congreso disipara esta duda: «Yo no estoy en el teléfono del señor Koldo García».
Armengol ha relatado que a finales de abril desde el Ministerio de Transportes se ofreció material de protección desde China. El asesor de Ábalos se puso en contacto directamente con Palomino, que por entonces no era director general sino director de presupuestos y logística de Salud. A partir de aquí se estableció comunicación entre Salud y Soluciones para contratar mascarillas.
«Nadie recibió órdenes ni presionara para que se comprara: hubo necesidad, llega una propuesta, se valora y se cierra», ha resumido Armengol, para quien «ha quedado claro por parte de los políticos y los técnicos comparecientes que la compra estuvo bien hecha«.
La representante de Vox le ha cuestionado sobre por qué si las mascarillas eran para la población civil se pagaron 2,5 y no unas quirúrgicas a 0,5. «Yo no estaba en la compra, sólo faltaría. Yo estaba gestionando la peor crisis sanitaria de esta CCAA», ha respondido alegando que no eran preguntas sobre sus competencias.
Armengol también ha justificado que se dejaran caducar las mascarillas. «Siempre compras más material. Es mejor que te sobre que no que te falte, sin ninguna duda. Se necesitaba tener stock de seguridad. Si no, no podías desescalar y demostrar que éramos seguros».
No ha sabido explicar desde qué momento se supo que iban a reclamar a la empresa. «No lo sé. Mi trabajo era hablar de las cuestiones importantes. Se decide reclamar cuando se decide, pero se hizo en tiempo y forma, y mirando por los intereses de esta comunidad autónoma.
Sobre el certificado de 'conformidad' que emitió el Servicio de Salud a Soluciones, dos meses después de saber que las mascarillas no eran FFP2, al que se aferra la empresa para no devolver el dinero, ha dicho que era un documento «de lo más normal en una administración» y ha negado que sirviera para avalar a la presunta trama.