Testigos del «crimen de los tirantes» destacan la brutalidad con la que el antisistema atacó a su víctima

Los hechos ocurrieron el 8 de diciembre de 2017 en el bar «El Tocadiscos» de Zaragoza. El dueño del establecimiento recordó este martes ante el tribunal cómo Rodrigo Lanza atacó a su víctima por la espalda, sin tener opción para defenderse, y ha escenificado la secuencia de la agresión mortal: le propinó un fuerte golpe en la base de la cabeza , que hizo que Laínez se desplomara y, una vez en el suelo, le propinó puñetazos y patadas.

Otros cuatro testigos coincidieron en la brutalidad con la que agredió a la víctima. Uno de ellos declaró este martes en el juicio que atacó con «ensañamiento», otro destacó la fuerza con la que le vio patear a Víctor Laínez, y el dueño del bar ha recordado cómo él, personalmente, trató de frenar al antisistema: «le dije para, que lo matas».

Durante las declaraciones que se escucharon este martes en el juicio, uno de los testigos también recordó cómo la agresión destrozó el rostro de la víctima.

Incluso uno de los amigos que acompañaban al antisistema cuando se produjeron los hechos ha reconocido ante el tribunal que Rodrigo Lanza «estaba fuera de sí», aunque ha sostenido que Víctor Laínez llevaba una navaja, en línea con la versión exculpatoria que mantiene el acusado desde que fue detenido.

Sin embargo, tanto los policías que intervinieron tras la agresión como los cinco testigos no relacionados con Rodrigo Lanza indicaron este martes en el juicio que no se halló navaja alguna ni vieron que la portara la víctima. La Policía tampoco encontró el objeto contundente con el que varios testigos indican que el antisistema atacó a Víctor Laínez y que habría provocado la gravísima fractura ósea que constató la autopsia .

Durante esta sesión, varios testigos también han asegurado que Víctor Laínez llevaba unos tirantes con los colores de la bandera de España. Es un detalle relevante en el proceso, puesto que es un elemento clave para la versión que sostienen las acusaciones y la Fiscalía, que el antisistema debe ser condenado por asesinato agravado por motivos ideológicos, por lo que piden para él 25 años de cárcel.