Seis acusados de violar en grupo a una joven en Zaragoza quedan libres por falta de pruebas

Este caso se destapó tras una operación llevada a cabo en marzo en Zaragoza, que se saldó con la detención de 15 miembros de esa banda. Al revisar los teléfonos móviles de varios de los detenidos, la Policía encontró 16 videos en los que varios hombres forzaban a una mujer a mantener relaciones sexuales.

El juzgado ordenó abrir una investigación específica sobre esos hechos, que condujo a la identificación de los presuntos agresores y de la víctima . A los seis jóvenes se les acusó de los delitos de detención ilegal, agresión sexual, contra la integridad moral, lesiones, revelación de secretos y amenazas . Tres de ellos ya estaban en prisión por causas previas y los otros tres fueron encarcelados preventivamente en ese momento, a primeros del pasado mes de agosto.

Sin embargo, el juez instructor acaba de dejarlos en libertad por esta supuesta agresión en grupo, por entender que no había pruebas suficientes contra ellos. Las únicas partes personadas en la causa eran la Fiscalía y las defensas de los acusados. Y tanto estos abogados como el fiscal han coincidido en pedir la puesta en libertad.

Según explica el juez en su auto, «la perjudicada no solo no quiso completar su declaración, incluso después de ser informada de que si no quería declarar podría acordarse la libertad de los hasta ahora (presos) preventivos, sino que expresamente pidió que dejaran en libertad a los investigados, como también afirmó que quería que se terminara este proceso». Compareció ante el juez el pasado lunes.

La versión que ha acabado dando la joven es que había acudido voluntariamente al piso donde ocurrieron los hechos y que mantuvo relaciones consentidas con los encausados, aunque en un momento les dijo que no quería continuar. Según el juez, esa negativa podría sustentar una acusación de agresión sexual si la joven se vio forzada posteriormente a relaciones no consentidas. Por eso, el magistrado no ha archivado la causa. Mantiene abiertas las diligencias, con la voluntad de «indagar sobre lo realmente sucedido», aunque reconoce que es una tarea que «se antoja difícil». Más aún, teniendo en cuenta que también se debe respetar «el interés de la víctima», según se indica en el mismo auto.