El objetivo del espacio andaluz no es otro que la búsqueda de compañía y tras una breve presentación y entrevista personal a cada uno de los asistentes, se suceden las llamadas telefónicas de sus pretendientes. Entre todo este ajetreo amoroso, no faltan las anécdotas que llenan minutos del programa y provocan las risas del público, que a veces incluso se atreve a participar.
En este caso, Juan y Medio pide a un hombre del público que intervenga y se trata del padre del invitado, Octavio, que fue el que llamó al programa para que su hijo encontrara el amor. «Le falta el puntillo ese que le falta», señala. «El puntillo es que es más bien corto, muy tímido», termina el presentador. «El pueblo es pequeño y han quitado la discoteca y al quitarla el pueblo se ha quedado muerto y hay que salir fuera y él se encuentra solo», cuenta el padre de Fernando, el invitado.
«No tiene solución», determina el protagonista, a la vez que su padre indica: «Ahora hay que tirarse al barro para negociar el trabajo». «¿Y a ti el programa sí te da confianza?», pregunta Juan y Medio a Octavio. «A mí sí, y a usted más», indica el padre. Juan y Medio mira a cámara extrañado entre las risas de Eva y los aplausos del público.
«Pero Octavio, tú mira cómo me ha ido a mí, ¿qué confianza tienes?», destaca Juan, mientras todo el plató termina riendo. «Usted lo que le pasa que ya tiene todas, pero es que él no tiene ninguna», provocando de nuevo las risas. «Mira Octavio que se nota que domina el aguacate...», remata Juan y Medio.
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