Sólo 11 kilómetros separan a los dos radares más 'multones' de Andalucía

De los cuatro radares que más multas acumulan en toda España, dos se encuentran en Málaga, con una diferencia de 11 kilómetros entre ellos. Son los radares situados en el punto kilométrico 246 (a la altura de la rotonda de salida de la barriada de El Palo, en Málaga capital) y 257 (en paralelo a Rincón de la Victoria). Ambos se sitúan en la autovía del Mediterráneo, la A-7, pero en tramos que exigen bajar la velocidad a 80 kilómetros por hora debido a las sucesiones de curvas. Entre los dos suman casi 93.000 sanciones al año.

Si miramos los datos por provincias, Málaga y Sevilla encabezan la clasificación de infracciones con 266.000 y 223.000 en números redondos respectivamente. En ellas no se salen del guión, donde casi el 60 por ciento de las multas saltan con los radares de pórtico o fijos. Sin embargo, llama la atención que en provincias como Almería la infracción más numerosa sea no pasar la ITV o circular con un informe desfavorable de la misma. Algo muy similar ocurre también en Granada. Y es que según AEA este hecho es el segundo más denunciado en todo el territorio: del total de tres millones, medio millón son por la Inspección Técnica de Vehículos, que además ha subido un 2,55 respecto al año 2020.

Noticia Relacionada

La Junta de Andalucía rechaza el peaje en sus autovías que ya sondea el Gobierno de Sánchez

Antonio R. Vega

Transportes se gasta 1,4 millones en un estudio para fijar el sistema de cobro sin saber el destino de lo que recaude

Curiosamente ha disminuido considerablemente, 32,5%, las alcoholemias, la conducción temeraria (-23,5%) y los adelantamientos prohibidos, que bajan un 15,9 por ciento. Sin embargo desde Automovilistas Europeos recalcan el dato preocupante de conducir tras haber ingerido drogas que en dos años se ha incrementado un 40 por ciento. O la conducción sin permiso que se eleva un 18,31%. En Málaga se registraron 7.431 denuncias de este tipo, 5.582 en Sevilla, 5.401 en Almería y 2.019 en Jaén.

Los que menos denuncias han acumulado el año pasado han sido la negativa a someterse a la prueba de alcohol o drogas, quizás por el conocimiento de que esto no es un eximente y Tráfico le obligará a un análisis de sangre en un hospital. También está de capa caída la instalación en los coches de un inhibidor o detector de radares, porque los propios programas de navegación ya lo indican. Y los excesos de conducir sin descanso.