Susana Díaz sufre en el Parlamento los desaires de Pedro Sánchez

La posición de la presidenta en este contexto es incómodo y se le notó durante toda la sesión en sus debates con los diferentes portavoces de los grupos políticos. Susana Díaz llegó a repetir en más de cinco ocasiones que defenderá los intereses de Andalucía, «esté quien esté en la Moncloa» , porque tiene un proyecto político que se basa en la defensa de los intereses de Andalucía para que la gente viva mejor, se cree empleo y haya crecimiento económico.

Un discurso que repitió incesantemente tanto ante Juanma Moreno como ante Juan Marín, líder de Ciudadanos y su socio en el Parlamento andaluz , quien le pidió explicaciones sobre qué va a hacer para defender los intereses de Andalucía frente a Pedro Sánchez quien «ya no habla de financiación autonómica sino de acuerdos bilaterales. Me tiemblan las piernas cuando se habla de acuerdos bilaterales y de reparto arbitrario de recursos», ha dicho, al tiempo que ha preguntado a Susana Díaz —a quien ha llamó «Sánchez» por error provocando un gran revuelo en el salón de plenos— si va a «aceptar» la hoja de ruta que el presidente del Gobierno ha trazado «en la que no está Andalucía».

Frente al líder del PP Susana Díaz hasta reconoció su complicada situación, «voy a defender Andalucía cueste lo que cueste», dijo la presidenta en un tono crispado en el que llegó a minusvalorar al líder popular. «Es usted cascarón de huevo en el PP y lleva tres años sin aportar nada, nada más que haciendo el ridículo», le espetó en un momento del debate. Una actitud que repitió en varias ocasiones ya que llegó a decir «no tengo a nadie enfrente» señalando a la bancada popular.

Los portavoces de la oposición forzaron a Susana Díaz a defender a Pedro Sánchez, lo mismo que había tenido que hacer en los últimos tres años Juanma Moreno con Mariano Rajoy.

Los partidos políticos andaluces defienden un debate andaluz, centrado en los problemas de la comunidad y la manera de abordarlos pero la realidad es muy distinta en el salón de plenos. Rara es la sesión en la que no se llevan a colación la gestión del Gobierno de España, esté en manos de uno u otro partido, para censurarla o alabarla, según los casos.

En este escenario, Susana Díaz dijo que «atisba oportunidades para Andalucía con el nuevo Gobierno ya que hay elementos sobre la mesa que marcan un camino distinto». Se refirió al anuncio del ministro de Fomento, sobre la liberalización del peaje de la AP-4, o a la reunión que ha tenido el ministro de Agricultura con el consejero del ramo por la aceituna negra.

Pero no fue el único frente abierto ayer contra la presidenta. Tanto Teresa Rodríguez como Antonio Maíllo pusieron el foco en los problemas domésticos. El líder de IU enumeró los colectivos que están de huelga: los internos de Educación, el profesorado docente, los profesionales de la Agencia de la Dependencia, así como las demandas de los monitores escolares o los trabajadores del 061.

Teresa Rodríguez se centró en la sanidad que «está peor que hace diez años». Con el aval de la multitudinaria manifestación en Sevilla, la lideresa de Podemos la acusó de recortar y de «creerse sus propias campañas publicitarias». Susana Díaz, en un tono más pausado que en debates anteriores con Rodríguez, lo negó tajantemente. «Es falso que la sanidad esté peor que hace diez años, miente a sabiendas. Dígame un país del mundo que tenga una sanidad mejor que la nuestra, atendiendo a más de ocho millones de personas».