La segunda «rebelión de las batas blancas» de los sanitarios de Andalucía le estalla a Susana Díaz en plena precampaña

Casi toda Andalucía vive una «revolución de las batas blancas» que recuerda a los primeros compases de las mareas blancas de hace dos años. Entonces, las masivas manifestaciones de los profesionales sanitarios y los ciudadanos afectados por los recortes de la Junta de Andalucía en sanidad consiguieron no solo que se parara la fusión de hospitales en Granada y Huelva, sino que la presión se llevó por delante al mismísimo consejero del ramo, Aquilino Alonso.

La huelga de los médicos malagueños y onubenses tiene como eje central la protesta por el estado en el que está la Atención Primaria en ambas provincias. Los sanitarios de estas zonas hacen paros desde este lunes en los centros de salud y animan a los ciudadanos a que se unan a su protesta , que, dicen, es también la de la sociedad.

En esta huelga, explican desde el Colegio de Médicos de Málaga, la organización «Basta Ya» y el Sindicato de Médicos de Málaga, se busca también defender los dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias, «a los que la Junta olvidó hace muchos años y no están valorados salarialmente».

Carmen Gómez, del Colegio de Médicos de Málaga explica que la huelga quiere igualar los derechos de los médicos y pacientes andaluces «con el resto de los españoles». Para ello, en la lista de peticiones al SAS de los tres convocantes de la huelga están la necesidad de « financiación, plantillas suficientes, tiempo , recursos diagnósticos y terapéuticos, una organización del sistema sanitario dirigida hacia los fines de la atención primaria y al servicio de los profesionales y las personas a las que atendemos, condiciones laborales adecuadas y una remuneración acorde a la dificultad y penosidad de nuestro trabajo », en palabras de la plataforma «Basta Ya».

Las exigencias de los médicos de Málaga y Huelva que van a la huelga se resumen en diez puntos: un máximo de 1.500 pacientes por médico de familia y 1.200 niños por pediatra ; un mínimo de diez minutos por paciente; tiempo para que los sanitarios puedan hacer consultas programadas o visitas domicialiarias; sustitución de todas las ausencias; realización de todas las pruebas y libertad de prescripción; eliminar los contratos programa ; que los coordinadores medicos se elijan por y entre los profesionales; respeto a la finalidad formativa del contrato de residente, igual salario para igual trabajo y participación ciudadana efectiva .

Desde la Consejería de Salud responden que la Junta ha impulsado una «estrategia de renovación de la Atención Primaria», un «cambio organizativo» que ha «incrementado recursos profesionales y el equipamiento». Además, y atendiendo a las reivindicaciones concretas de los sanitarios que van a la huelga, señalan las concesiones en «la gestión de la demanda , el incremento de efectivos, la mejora de la capacidad de resolución de la Atención Primaria, el estudio de mejoras en el desarrollo del Plan de Agresiones, y la transparencia en la implantación de la Estrategia».

En el enfado de los profesionales de la sanidad andaluza están todos los motivos anteriores. Pero también está la falta de profesionales, sobre todo, explican, cuando la Junta de Andalucía no para de prometer nuevas plazas en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sin cerrar las convocatorias de Ofertas de Empleo Público (OPE).

«Tenemos un déficit de plantilla» , reconoce la representante andaluza para temas de Salud del sindicato Csif, Eloísa Bernal . «Llevamos encima el lastre de una tasa de reposición muy destructiva de los últimos años», explica. Y eso, añade, que «este año se ha aplicado una tasa del cien por cien, a lo que han sumado un ocho por ciento extra ».

Más críticos se muestran desde el Sindicatos Médico Andaluz (SMA). Su presidente, Rafael Carrasco, protesta enérgico por el trato de la Junta la pasada semana en la Mesa Sectorial . Coincide con los representantes de Csif en que la falta de personal en el SAS es «una rémora que arrastramos», y se queja de la falta de resolución de la Consejería que dirige Marina Álvarez. «Todos los años hablamos de las mismas carencias. De la falta de un plan de verano en la costa, de la falta de especialistas o de zonas de Andalucía donde faltan médicos...», exponen.

Lo que antes de conocía como auxiliares también se plantean la huelga. «Lo tenemos que ver», explica Rosario Bonilla , del SAE (Sindicato de Técnicos de Enfermería). Este colectivo coincide en el análisis del resto de profesionales del SAS: la oferta de empleo es insuficiente. «Sigue habiendo unidades donde solo trabaja una auxiliar toda la noche con 30 pacientes», se quejan. «Han prometido 25 técnicos de Enfermería para toda Andalucía . ¿Eso es un plan de mejora? Eso no es nada».