El riesgo de acabar en la UCI es nueve veces mayor para los no vacunados contra el Covid en Andalucía

El titular de Salud añadió que se opta por esta vía «por ahora», lo que abre la puerta a que, si la situación epidemiológica empeora en la comunidad, sí se puedan introducir algunas medidas para frenar los contagios .

Según los datos facilitados por el Gobierno andaluz, la comunidad anotó ayer 3.829 contagios de coronavirus , la cifra más alta notificada desde primeros del pasado mes de agosto, hace cuatro meses. De esta forma, la sexta ola toma velocidad y encadena ya cuatro jornadas en torno a 3.000 casos.

A la vez que suben los contagios lo hacen las llamadas al servicio Salud Responde para consultar sobre casos de coronavirus. Tanto que, señalan los trabajadores, el número está saturado y quienes llaman tienen que esperar hasta 15 minutos para ser atendidos , casi siempre por contacto estrecho con positivo Covid o síntomas compatibles con el contagio de coronavirus.

Sin embargo, y como adelantó Aguirre, no hay un reflejo proporcional de ese número de contagios en el sistema sanitario. En esta nueva fase de la pandemia por un lado va lo que diagnostica la Atención Primaria y, por otro, lo que llega a los hospitales . Mientras los contagios dibujan una ola claramente ascendente, los ingresos llevan ya dos días bajando y ayer se situaron de nuevo por debajo de 500, 99 de ellos en la UCI. Además, ayer se notificaron cinco fallecidos, menos de la mitad del día anterior . En total, el número de personas que han muerto por Covid en Andalucía es ya de 11.457.

Este cambio de paradigma en la evolución de la crisis sanitaria -crecen los contagios pero no con la misma fuerza los hospitalizados y muertos- es la razón por la que la Junta prefiere, por ahora, no imponer medidas. El escenario en el que se mueve Andalucía a solo una semana de que llegue la Navidad y, con ella, las reuniones familiares y sociales que el año pasado dispararon en enero los contagios, la presión hospitalaria y los fallecidos, tiene dos protagonistas: por un lado la nueva variante ómicron y, por otro, las vacunas. Son dos fuerzas que se contrarrestan.

La variante ómicron tiene una mayor capacidad de transmisión que la delta, la que ahora mismo es dominante en Andalucía , y puede decantar la balanza del avance de la pandemia del lado de una escalada aún más rápida de los contagios.

Contra esa realidad está el alto número de vacunados, a los que esta semana se unen los niños de entre nueve y once años , quienes pese a no sufrir los efectos más graves de la enfermedad sí que pueden ser vector de contagio entre sus familiares en las reuniones de estas fechas.

Además, según explican desde Salud, las vacunas son clave para evitar casos graves. De hecho, una persona sin inmunizar tiene nueve veces más probabilidades de acabar ingresada en cuidados intensivos si se contagia. Visto de otro modo: para que ingrese un paciente en UCI vacunado tiene que haber nueve ingresos de pacientes no vacunados. Además, las estancias hospitalarias de quienes se han vacunado son más cortas y la mortalidad, más baja.

Echando la vista atrás, se puede ver cómo hay cierto paralelismo entre la situación que precedió la pasada Navidad y esta . En ambos casos había un aumento de contagios en las semanas previas que, entonces, se atajó con restricciones muy duras como el cierre de toda actividad no esencial a media tarde y aforos muy limitados en espacios públicos.

Esas medidas dieron entonces como resultado unas fiestas en las que los casos bajaron por debajo de un millar diario pero que, pasado el día de Reyes , se dispararon a las cotas más altas por ahora de la pandemia. Se llegaron a registrar casi 5.000 ingresados y más de 700 en cuidados intensivos.

Sin embargo, lo que depare este mes de enero es aún una incógnita. Salud confía en que la tercera dosis de la vacuna -que ayer se aprobó para todos los mayores de 40 años - protegerá a la población de un aumento significativo de hospitalizados y fallecidos.

También preocupa al Gobierno andaluz lo que pase más allá, en primavera, no solo en enero. Entonces será el momento de celebrar la Semana Santa, ferias y romerías , fiestas que llevan dos años en blanco.

Desde el Ejecutivo de Juanma Moreno piden cautela y prudencia y señalan que poder celebrar o no esas fiestas estará vinculado al comportamiento de la nueva variante del Covid . Lo resumió ayer el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, quien explicó que la Feria de Sevilla, la Semana Santa o El Rocío dependerán « solo de una palabra: ómicron ». En función de su capacidad de contagiar, de la letalidad y de la fuerza que tiene ante la vacuna, se podrán mantener o habrá que plantearse de nuevo su cancelación.

Bendodo coincidió con Aguirre en señalar la necesidad de ser prudentes en los encuentros que se produzcan esta Navidad. «Hay que ser responsables con las comidas o cenas , que se pueden mantener, pero con «responsabilidad», indicó el consejero. Esto es, intentado limitar aforos, estar en espacios abiertos o guardando las distancias. «No digo que se suspendan las comidas ni almuerzos de empresas», abundó Bendodo.

Se sumó a esa petición de precaución el presidente de la Junta, Juanma Moreno , quien recomendó el uso de mascarillas tanto en interior como en exterior. Para el presidente andaluz «debido a la capacidad de infección de esta nueva variante [ómicron], sería necesaria una reflexión rigurosa sobre el uso de mascarilla en el exterior».