Órdago de Vox al Gobierno andaluz: le retirará su apoyo esta madrugada si no implanta el «pin parental»

En la interpelación al presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, Alejandro Hernández ha lanzado este órdago: «Me veo en la obligación de anunciarle que desde las 00.00 horas de esta noche, mi grupo dejará de apoyar con sus votos cualquier iniciativa que provenga de su Gobierno o de los partidos que lo sustentan en pleno y en comisiones. No cuente con Vox hasta que no se implemente de una forma que entendamos suficiente y satisfactoria un mecanismo para garantizar que los padres puedan evitar el adoctrinamiento sectario de sus hijos».

Ante semejante ultimátum, el presidente andaluz trató de apagar el fuego que se abría en el flanco de la derecha, en los once diputados de Vox que necesita aritméticamente su gobierno en minoría de la Junta de Andalucía para sacar adelante sus iniciativas. Moreno empeñó su palabra en que va a cumplir sus acuerdos con Vox. Recordó que coinciden en la necesidad de dar transparencia al sistema educativo y abogó por que los padres tengan la «capacidad no solamente de saber qué hacen sus hijos en esa actividad extraescolar, sino incluso de autorizarla o no autorizarla».

Juanma Moreno le pidió a su socio parlamentario que reconsiderase la ruptura para no «malograr» el cambio político. « Usted tendrá que decidir, si usted quiere hacer el juego a la izquierda de 40 años en Andalucía , lo puede hacer, está en su derecho, pero sepa usted que los ciudadanos responden y saben perfectamente lo que se hace y lo que no se hace», le retó Moreno señalando a la bancada del PSOE, que ha gobernado durante 37 años la comunidad.

El envite de Hernández a Moreno tiene su origen en una moción aprobada por los grupos municipales de PP y Cs en el Ayuntamiento de Málaga y presentada por la franquicia local de Podemos e IU (Adelante Málaga) donde se instaba a la Consejería de Educación y Deporte de la Junta a no prestarse a las «exigencias de Vox», que «utiliza a las mujeres como rehenes» , y a que se resistiera a implantar el pin parental en la comunidad.

Vox se lo toma como « una falta de respeto» y una quiebra de la confianza depositada en sus socios , un claro ninguneo y ha decidido plantarse. Su portavoz expuso que en el acuerdo presupuestario firmado por Vox y el Gobierno andaluz en 2019 recogía la «autorización expresa, de manera literal» de los padres para la participación de sus hijos en actividades educativas complementarias, y eso es lo que se volvió a plasmar en el acuerdo firmado recientemente con Imbroda y que además incluía llevar a cabo las reformas normativas necesarias para su implementación en este primer semestre del año.

El consejero de Educación no lo entiende así y asegura que «el pin parental no aparece por ningún lado» sobre el papel escrito. No obstante, se ha mostrado dispuesto a hablar con sus socios parlamentarios preferentes para tratar de calmar las aguas. Su equipo está preparando «un encuentro» para aclarar estas cuestiones . En los pasillos de la Cámara aclara a los periodistas que no habrá vetos ni imposiciones y también niega el adoctrinamiento en las aulas. Se trata de «mandar instrucciones de mejora para que las familias estén informadas» sobre las actividades escolares complementarias que desarrollen sus hijos, puntualizó el consejero y representante de Ciudadanos.

Para comprobar en qué queda el golpe en la mesa de Vox habrá que esperar a las primeras iniciativas que presenten en el Parlamento los grupos que integran el Gobierno. Será la prueba del algodón para saber si la amenaza de ruptura se queda en un amago o va más lejos y responde a una estrategia de distanciamiento del grupo de Abascal respecto al PP y Ciudadanos que se va a acentuar a medida que se acerquen las elecciones previstas para 2022.