El personal sanitario, una profesión de alto riesgo en Málaga

La lista es extensa. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos apunta que desde 2011 se han registran en la comunidad unas 9.000 agresiones. En 2017 el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contabilizó un total de 1.115 agresiones entre profesionales de la sanidad pública, de las que 293 fueron sufridas por hombre y 822 por mujeres .

El 76 por ciento de estos ataques se produjeron a médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería. Se contabilizaron en total 285 agresiones físicas, como la enfermera del hospital de Vélez-Málaga que recibió una patada en el pecho el pasado mes de abril al cogerle una vía a una paciente. Los números del SAS desgranan que más de dos empleados de la sanidad pública en la región (2,4) padecen alguna agresión al cabo del día. La Asociación Andaluza de Derecho Sanitario aseguró que esta era la mayor lacra que padecen los profesionales sanitarios.

Los sindicatos están poniendo en marcha sus propias medidas. CC.OO ideó el Registro Informatizado de Agresiones (RIAC), sabiendo que hay un 20 por ciento de los casos que se producen que no se denuncian. Hasta el momento, se ha estimado que los profesionales que más sufren agresiones de sus pacientes son los médicos con el 40,05 por ciento de los casos , frente a los de Enfermería con el 34,31 por ciento y a los auxiliares con el 21 por ciento. En 2017, según el Colegio de Médicos, 117 doctores fueron agredidos , en mayor o menor medida, en Andalucía.

Sabedores de estos datos, el Sindicato de Enfermería creó un observatorio contra las agresiones, mientras que el Sindicato Médico pide más agilidad, ya que es el facultativo el que tiene que ir a interponer la denuncia. Por esto, se pretende un protocolo en el que se llame al 091 y sea la Policía la que vaya al lugar del hecho a recoger la denuncia para dar más agilidad. El problema es conocido por la Junta, que tiene un protocolo especial desarrollado e implantado contra las agresiones a sus empleados en el sistema público de salud. En 2017 el SAS implantó en sus diferentes centros más de 6.000 protocolos contra las agresiones . Es un programa que engloba asistencia jurídica, apoyo psicológico, formación y diferentes medidas para prevenir y minimizar el problema. El Ministerio de Salud tiene, además, la figura del interlocutor policial sanitario en todas las comunidades.

El año pasado el SAS obtuvo siete condenas por agresiones a sus empleados sanitarios. Mientras tanto, los facultativos han pasado a la acción. En ciudades como Málaga se están manifestando en la puerta de la sede del Distrito Sanitario para dar visibilidad al problema. Muestran « tolerancia cero » con los agresores en un sistema de Salud que se ha convertido en un lugar de trabajo de alto riesgo en los últimos años.