El Parlamento no olvida las dietas... ni en Navidad

Hay que tener en cuenta, sin embargo, una salvedad para este año. Según ha podido saber ABC sí que se reunirá en este período el grupo de trabajo sobre financiación autonómica , un asunto en el que Susana Díaz tiene un particular interés (y cierta prisa) por llegar a un acuerdo con el mayor consenso posible. Por eso serán los únicos que trabajen en Navidad si bien serán sólo cinco reuniones las que se celebrarán en este mes largo de vacaciones parlamentarias.

Todas sus señorías, sin embargo, seguirán cobrando los complementos de dietas que religiosamente les abona la Cámara andaluza. Así, recibirán los complementos que perciben mensualmente por asistencia a las comisiones del Parlamento , a pesar de que las puertas de la institución están cerradas metafóricamente hablando, ya que es un mes período inhábil desde el punto de vista legal. Una cantidad que puede sumar hasta 2.500 euros más cada mes. Al margen del sueldo, claro.

Esta cantidad, que sí tributa a Hacienda, se suma a las dietas que perciben los 109 diputados andaluces y que están libres de impuestos. Es más, no aparecen ni siquiera en las nóminas mensuales de sus señorías que están colgadas religiosamente en el portal de la transparencia del Parlamento andaluz , al contrario de lo que ocurre con los complementos que sí se reflejan en la nómina. Estas dietas oscilan entre 800 y 2.000 euros al mes dependiendo de las provincias de origen de los diputados, cobrando más quien representa a Almería y menos quien es de Sevilla, ya que la sede de la Cámara está en la capital hispalense.

Paradójicamente, el cierre por Navidad se produce en un Parlamento donde esta fiesta brilla por su ausencia. Cinco macetones sembrados con flores de pascua, uno en el control de la entrada y cuatro en la zona noble, son la única decoración especial que se ha dispuesto para esta celebración.

El espíritu navideño no ha ido más allá de algún detalle aislado o alguna felicitación entre diputados más afines pero poco más, como el mantecado que Juan Marín ha regalado de su pueblo (Sanlúcar de Barrameda) al vicepresidente Manuel Jiménez Barrios , no se conoce con qué doble intención.

El presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán , suprimió a su llegada en 2013 el pequeño detalle que se entregaba al personal funcionario de la casa cada Navidad y que iba desde los productos de comercio justo que elegía Mar Moreno cuando era presidenta a la caja de dulces con productos andaluces como mantecados, aceite o mermeladas hechas por cooperativas locales que prefería Manuel Gracia.

El único detalle que se ha repartido este año ha sido una agenda en papel que ha llegado hasta los grupos parlamentarios que no lleva ni siquiera el logotipo del Parlamento, y un calendario del año que sí se edita por la propia Cámara andaluza.

Atrás quedan los años en los que, en aras de la convivencia y el buen ambiente en el trabajo, los diputados y el personal de la Cámara cantaban villancicos tras el último pleno del año en el que siempre se aprobaba el Presupuesto para el siguiente ejercicio (otra costumbre que Susana Díaz ha roto este ejercicio adelantando un mes la aprobación de las cuentas). El año 2011 fue el último en el que se conservó esta licencia y ahora sólo queda como recuerdo una fotografía que curiosamente está expuesta en uno de los salones del Parlamento en la muestra que celebra los 35 años de la Cámara.

La crisis económica se llevó por delante el almuerzo al que invitaba la Presidencia del Parlamento. Se celebraba el 20 de diciembre en el Salón de Pasos Perdidos y también 2011, bajo la presidencia de Fuensanta Coves, fue el último año en el que se permitió tal dispendio. Era el único momento de confraternización de algunos diputados.

Visto con los ojos actuales, estas celebraciones serían más que censurables. La Navidad se queda ahora en los dulces que los diputados llevan a sus grupos parlamentarios y en las ganas de irse de la Cámara. « Si sus señorías tienen a bien no consumir los turnos, adelantamos el debate», dijo ayer Juan Pablo Durán. Prisas. Muchas prisas por irse... 42 días.