Nicola Lorusso: «No hay que tenerle miedo a la nueva variante ómicron, sino reforzar la prevención»

Esta variante incluye más de 30 mutaciones en el gen de la espícula y algunas de ellas son nuevas, mientras que otras ya la encontramos en las variantes alfa, delta o beta, por lo que sabemos que están asociadas a un aumento de transmisibilidad y a la disminución de la capacidad de neutralización de los anticuerpos. Eso quiere decir que las personas son más susceptibles de reinfecciones si han pasado la enfermedad o se han vacunado. No sabemos si escapa a las vacunas y, de momento, no está asociada a una mayor gravedad del cuadro infeccioso. En Europa se ha identificado esta variante, pero se trata de casos importados de Sudáfrica. Las técnicas diagnósticas que usamos sirven para detectar esta variante y la van a poder identificar y caracterizar si surgieran casos.

¿Teme que las personas pendientes de ponerse la tercera dosis decidan esperar hasta que esté preparada la vacuna para la nueva cepa? El laboratorio ha dicho que tardaría cien días al menos en adaptarla.

Las recomendaciones se hacen en función de situación epidemiológica presente. Ahora no tenemos evidencia de que la ómicron vaya a desplazar la variante delta. Estamos en una fase muy preliminar. Serán cruciales las próximas semanas para que se produzca este desplazamiento que afecte a la vacuna que se pueda administrar. El beneficio de la vacunación es mayor que el que podíamos dar basándonos en una conjetura. Es verdad que existe preocupación en la comunidad internacional, porque la ómicron tiene características que la hacen más transmisible y por eso la tenemos que monitorizar. Pero, por ejemplo, la variante gamma no se propagó al final como la delta.

La tercera dosis está aprobada en España hasta los 60 años. Pero, ¿será necesaria también para los mayores de 40 años?

Es lo esperable. El organismo de vigilancia europeo ya la recomienda desde los 40 años en adelante.

¿Hay motivos para alarmarse por la aparición de la cepa ómicron?

Hemos vivido varias experiencias con este virus. Y ahora tenemos una mayor capacidad de secuenciación genómica que antes. No tenemos que tener miedo, sino ser contundentes en la prevención y reforzarla.

¿Debemos tomar medidas nuevas para evitar que avance la ómicron?

De cara a las próximas semanas se irán tomando nuevas medidas. Tenemos una cobertura vacunal muy alta con respecto a otros países. Para valorar el riesgo hay que observar la evolución de la capacidad de respuesta asistencial. No tenemos una situación preocupante. El nivel de ocupación hospitalaria actual representa sólo un 5% de la que había en el pico de la tercera ola en febrero.

Con la Navidad vuelven las aglomeraciones, las cenas de empresa y las comidas. ¿Pueden desaconsejarse estas reuniones por la nueva cepa?

Todo eso dependerá del número de casos. Ante la aparición de una nueva variante, se realiza una valoración del riesgo en función de las características clínicas. Éstas determinarán un tipo de recomendación u otra.