La menor movilidad y el toque de queda no frenan la expansión del Covid-19

Aunque el número de positivos confirmados de Covid comenzó a descender en todas las provincias desde el 2 de noviembre no lo ha hecho con una pauta clara. En el estudio de porcentaje de incremento diario de nuevos casos por provincias, se observa que la línea de tendencia desciende en aquellas con mayor incidencia en las últimas semanas. Pero el número de casos sigue siendo muy alto y su progresión es inestable. Almería o Huelva alcanzaron su pico máximo de contagios diarios el pasado jueves, día en el que Granada y Sevilla seguían en torno a los mil contagios y en el que la comunidad volvió a rozar los cinco mil positivos en 24 horas.

El estudio detallado de la incidencia diaria de casos confirmados por prueba diagnóstica (PCR o test de antígenos) demuestra que desde hace un mes ninguna provincia andaluza mantiene un patrón fijo. Coinciden periodos de varios días de bajada de casos nuevos con otros de incremento. En la última semana todas las provincias acumulan varios días con subida constante de casos. El dato más determinante es que todas las provincias andaluzas están muy por encima de los 250 casos por 100.000 habitantes a 14 días, cifra que marcó el Gobierno, entre otros registros, como límite para situar el punto de emergencia y aplicar medidas especiales de contención de la pandemia. Solo tres provincias Almería (422), Cádiz (401) y Málaga (305) tienen ahora una tasa de incidencia por debajo de los 500 casos por cien mil habitantes a 14 días. La media española sigue por debajo de esa cifra.

Un dato relevante es el aumento del porcentaje de pruebas de detección positivas. En la última semana se ha elevado al 19 por ciento, también por encima del 13,3 por ciento que marca la media nacional.

Apesar de la apuesta por el test de antígenos, que sitúa a Andalucía junto a Madrid como comunidades con más pruebas realizadas por este medio, la tasa de pruebas por 100.000 habitantes también es más discreta que la media nacional. Mientras Andalucía ha realizado 1.857 test por 100.000 habitantes, la tasa de Madrid es de 2.842, con un índice de positividad de 8,2 por ciento. La realización de pruebas masivas y las limitaciones de movilidad por barrios , amén de las medidas aplicadas con carácter nacional han logrado rebajar la tasa de incidencia de Madrid a 14 días en 324 casos por 100.000 habitantes.

En Andalucía, los serios problemas del sistema de gestión telefónica, que el propio consejero de Salud señaló como indispensable en la gestión de Atención Primaria, y la superación de la fase de rastreo han colaborado en una mayor expansión de casos. Durante la última semana se han detectado solo 106 brotes con menos de 900 casos asociados.

Granada y Sevilla concitan ahora la mayor preocupación. Granada, sometida a restricciones hace más tiempo y con una paralización total de la actividad no esencial desde hace una semana, no logra bajar de mil casos su tasa de incidencia a 14 días. El descenso de este índice es muy pausado. Lo mismo ocurre en Sevilla que repite en la serie de los últimos 30 días muchas jornadas con más de mil contagios, algo que llevó a los expertos a barajar también el cierre total de la actividad en la provincia durante todo el día, como en Granada.

Sin una tendencia clara en la curva de contagios es difícil hacer una previsión a medio plazo de la saturación que esta dinámica va a generar en los hospitales. No hay una regla que asegure que en función de un determinado número de positivos habrá un porcentaje más de camas a ocupar. Eso genera paradojas como la registrada a final de esta semana. Mientras los datos de incidencia revelan más contagios que el día anterior la estadística de hospitalizados marcaba descensos diarios en cuanto a ocupación de camas convencionales. Ese extraño dato de menos hospitalizados en tiempo real se relaciona con una mayor tasa de asintomáticos entre los positivos, en una más rápida evolución de la enfermedad que en la primera ola o en la mayor agilidad de altas e ingresos de corta estancia.

Esta esperanzadora estadística se frena cuando se trata de camas UCI. El número de pacientes críticos aumenta cada día, ya supera ampliamente el máximo de la primera ola y empieza a acercarse a cifras de emergencia en algunos hospitales como los de Granada, en los que el viernes había 130 pacientes ingresados en UCI. Los hospitales granadinos tienen una ocupación máxima de 169 camas UCI por lo que desde hace días trabajan en el plan de contingencia que prevé dotarlos de hasta 259 plazas. Sevilla con 129 pacientes está en la media de su máxima capacidad UCI sin plan de contingencia.

La ocupación de camas UCI en esta semana va a marcar la decisión política sobre el futuro de las restricciones. El análisis de la evolución de la pandemia recomienda que los datos se asienten, pero quienes tienen la responsabilidad de acordar las medidas de contención no pueden esperar. El martes 24 se cumplirán 14 días desde la aplicación de restricciones a la actividad no esencial por la tarde, la Junta debe decidir si las mantiene o las amplía.

La capacidad de maniobra es estrecha si, como hasta ahora, el Gobierno no autoriza adelantar el toque de queda más allá de las diez de la noche, como pidió Andalucía en el Consejo Interterritorial, ni se contempla un confinamiento total. Hay datos positivos, como el descenso por debajo de 1 del número reproductor que marca la capacidad de contagios de un positivo, pero la remisión de la segunda ola parece lenta. Los mensajes desde San Telmo nos preparan para un puente de diciembre con limitaciones mayores que las actuales si durante la próxima semana las curvas de incidencia no entran en un espectacular declive.