El consejero de Salud niega transmisión comunitaria «no controlada» del Covid-19 en Andalucía

Mientras Jesús Aguirre hacía esta afirmación en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas en Sevilla, en torno a 1.900 lucentinos empezaban a someterse a un cribado extraordinario, que durará hasta hoy, para conocer de forma más exacta la situación epidemiológica de la ciudad a través de la realización de esos nuevos test rápidos.

Las pruebas se están realizando en tres sedes distintas correspondientes a las áreas de influencia de los dos centros de la ciudad y el casco histórico. El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo no descartaba ningún escenario en Lucena , si bien serán los resultados de estas pruebas diagnósticas los que determinen si son suficientes las medidas adoptadas desde el Ayuntamiento o es necesario adoptar cualquier otra iniciativa para parar el ascenso en la curva de contagios que registra la ciudad, y que en los últimos días se ha situado en torno al millar de casos por cada 100.000 habitantes.

En este sentido el delegado del Gobierno explicó que este cribado masivo permitirá conocer la situación real de cada zona de la ciudad y determinar actuaciones futuras «que pueden ir desde medidas de confinamiento de un edificio al de un barrio o toda la ciudad», aunque se ha mostrado confiado en que las actuaciones puestas en marcha empiecen a funcionar. «En los últimos días ya hemos empezado a notar un descenso del número de contagios y esperamos seguir en esta línea», ha apuntado Repullo.

La postura del Gobierno andaluz es evitar lo más posible el confinamiento porque considera que supone la ruina económica para muchas familias, sobre todo de la clase trabajadora. Mirando a la salud pública, cerrar una calle o un barrio será la última salida.

La Consejería de Salud está ya preparando un plan de contingencia para habilitar 4.500 camas hospitalarias destinadas sólo a pacientes enfermos por Covid-19. Un plan que se podría extender hasta las 6.000 camas si fuese necesario (cifra que sería una auténtica catástrofe para Andalucía y que no se alcanzó ni en pleno mes de marzo) y que prevé la conversión de determinados espacios en zonas hospitalarias y en camas UCI. Así lo anunció el presidente de la Junta, Juanma Moreno , durante la sesión de control al Gobierno en el Parlamento andaluz.

El objetivo de este plan es evitar el colapso del sistema sanitario por más que el mensaje oficial del Ejecutivo es que todavía no ha sido necesario ni siquiera activar el plan 3.000 (que prevé ese número de camas) ya que los hospitalizados por coronavirus ascienden a 1.017, de los que 135 están en las UCI. En términos porcentuales, suponen el 6,76% del total de camas convencionales disponibles, mientras que las UCI son el 10,24%. Según explicaba el presidente Moreno, se trabaja con anticipación y esperando que no se produzca el escenario más pesimista. Porque los datos de positivos por Covid-19 van aumentando por millares cada día pero no ocurre igual con los de hospitalizados, la cifra en la que se basan todas las previsiones del Ejecutivo en esta segunda ola de la pandemia.

Uno de los asuntos que más preocupa ahora es la Atención Primaria donde están centradas todas las quejas de los andaluces. Un problema que el Ejecutivo reconoce aunque ayer Moreno culpaba a Susana Díaz , «no me dejó un legado, me dejó una Atención Primaria triturada y yo no tengo una varita mágica », le dijo ante las críticas de la lideresa socialista que hizo de esta situación el eje de su intervención contra Juanma Moreno.

El Gobierno andaluz va a pedir a Pedro Sánchez que agilice la homologación de médicos extracomunitarios para que puedan trabajar en el Sistema Público de Salud, una demanda que también ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El Gobierno andaluz está preocupado porque las bolsas de sanitarios están a cero, no tienen profesionales para aumentar las plantillas, a pesar de que es una demanda reiterada de los sindicatos profesionales y de los grupos de la oposición.

Susana Díaz se encargó de desmenuzar uno a uno los problemas y las quejas en la Atención Primaria —«las colas al sol para acceder a los centros de salud, la atención telefónica de los pacientes, Salud no responde»— y urgió al Gobierno andaluz a «hacer algo» porque desde el 1 de septiembre ha habido 1.690 hospitalizados y 203 fallecidos.

Moreno censuró el «alarmismo» de la expresidenta, empeñada, según él «en cuanto peor vayan las cosas, mejor para usted», mientras que Díaz lo acusaba de haber perdido el control de la situación. Sin embargo, en privado, miembros del Gobierno andaluz reconocen que, a pesar del aumento de horas de los teleoperadores, de los dos nuevos centros de llamadas que se han habilitado y del denominado Plan de Accesibilidad de Atención Primaria —que ya adelantó ABC— , lo previsible es que los problemas en los centros de salud no se resuelvan a corto plazo e, incluso, puedan agravarse en los próximos meses si se produce un pico en la campaña de la gripe.

Otro de los puntos sensibles actuales son los test PCR. Si bien se están realizando muchos más que en los primeros días de la pandemia, lo cierto es que hay cierta carencia de los mismos en el sistema público. La explicación es que está sucediendo lo mismo que con las mascarillas en los primeros días de marzo. No hay suficientes reactivos para llevar a cabo estas pruebas.

Para tratar de paliar esta situación, la Junta ha comprado dos millones de test rápidos de antígenos, una prueba con eficacia similar a los PCR y cuyos resultados se conocen en apenas 15 minutos, lo que supone una ventaja epidemiológica. Lo que sucede es que la demanda de estas pruebas es muy elevada porque cuando se detecta un caso positivo por Covid-19 en un colegio de Andalucía se realiza una media de 130 ó 140 pruebas para descartar el contagio entre los compañeros, los profesores y el personal del centro, y los padres de los alumnos.