Los diputados se van de vacaciones con más sueldo y sin renunciar a la dieta de agosto

Y ayer quedó demostrado de nuevo. El PSOE, el PP y Ciudadanos rechazaron debatir una reforma del reglamento propuesta por Podemos que pretendía eliminar las dietas que cobran los diputados todos los meses y cambiar el sistema para que sólo se cobren aquellas que estén justificadas con su correspondiente factura, como ocurre con el resto de funcionarios públicos de la Junta que están, además, sometidos a un baremo cerrado.

Sus señorías cobran unas cantidades que oscilan entre unos mil euros mensuales y que puede llegar hasta los 2.500 euros al mes para los miembros de la Mesa del Parlamento y los portavoces de los grupos parlamentarios. Eso, además del sueldo establecido para los diputados y que tiene un mínimo de 2.500 euros netos para quien no recibe complementos de ningún tipo. Estas dietas, además de ser fijas no tributan a la Hacienda pública. Es decir, se cobran libres de impuestos.

Los argumentos de los diferentes portavoces políticos fueron de lo más variado. Mario Jiménez , portavoz socialista, subrayaba que las retribuciones de los diputados fueron acordadas al inicio de la Legislatura por todos los grupos políticos, «incluido Podemos, pero la propuesta de modificación de las dietas es un clásico del verano».

Desde el PP, Carmen Crespo defendía que los diputados no sólo trabajan en sede parlamentaria sino también en sus provincias. «Nosotros defendemos una reforma del Reglamento de la Cámara que incluya tres plenos al mes (ahora hay dos) como ocurre en otros territorios ya que tenemos suficiente población para eso».

También fue airada la respuesta de Ciudadanos. Su portavoz adjunto, Sergio Romero , aseguró que su grupo sigue trabajando en agosto, «no tenemos vacaciones como los trabajadores por cuenta ajena; a nosotros no nos regalan nada». Dijo tras poner en cuestión el trabajo de la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez. «Yo a Teresa Rodríguez nada más que la veo una hora que le pregunta a la presidenta, no la vuelvo a ver en el Parlamento, donde yo paso horas y horas».

Lo más paradójico de todo esta polémica es que en la misma reunión de la Mesa del Parlamento donde se acordó no eliminar las dietas, sus señorías sí acordaron subirse el sueldo en un 1% para todo este año 2017, siguiendo así lo establecido por el Ministerio de Hacienda para los empleados públicos pero que no era obligatorio para los representantes de los ciudadanos, aunque se estima como la subida del coste de la vida para este año.

Los funcionarios y el personal del Parlamento también verán aumentada su nómina en ese 1%, una cuantía en la que también subirá la productividad que reciben los empleados públicos, y que es una cuestión relevante en el Parlamento donde se hacen horas extraordinarias por la duración de los plenos.

El representante de Podemos en la Mesa, Juan Ignacio Moreno Yagüe , optó por salirse de la votación de esta subida de sueldo para los diputados, ya que no le permitieron votar por separado los puntos de subida de los funcionarios y el de los diputados.

Teresa Rodríguez criticó lo sucedido en el Parlamento , «escondido de mala fe», y lo calificó como una «absoluta vergüenza». Rodríguez considera que los funcionarios sí tienen derecho a este aumento, lo que no es aplicable a los diputados, «que cobran sueldos de más de 4.000 euros en muchos casos».