Los freseros de Huelva hablan ya de «crisis humanitaria» con las temporeras marroquíes atrapadas

Según la patronal de los berrys, los que se encargan de la producción de los frutos rojos, fresas, arándanos, frambuesas y moras, alrededor del 70% de las mujeres está ya sin trabajo y por tanto, sin salario. «Los empresarios han respetado en todo momento la permanencia en los alojamientos y nos consta que muchos de ellos están haciendo otros esfuerzos para mejorar la situación de estas personas. Por nuestra parte, —continúa sus declaraciones Pedro Marín Andrés—, los consultores de integración están en todo momento pendientes de ellas, las visitan a diario, tratan de tranquilizarlas y resolver sus dudas e incluso estamos emprendiendo algunas actividades encaminadas a paliar su angustia en esta espera».

Cabe recordar que el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, anunció el 9 de este mes de junio que en 48 horas empezaría el desbloqueo para que algunos de sus nacionales residentes en España pudieran volver al reino alauita. Esta primera medida incluía sólo a los que tuvieran un visado de estancia corta en España con fines familiares, administrativos, turísticos o médicos. No incluía por tanto a los que tienen una residencia temporal o permanente. Quedaron por tanto excluidas las trabajadoras de la fresa bloqueadas en Huelva. Posteriormente, como medida extraordinaria, se procedió a la repatriación sólo de siete mujeres del país vecino. Se hizo vía aeropuerto de Málaga y se trataba de mujeres enfermas, embarazadas o que habían dado a luz recientemente y partían con sus bebés.

Desde Interfresa, Pedro Marín explica que «seguimos con las gestiones, las negociaciones y las llamadas de atención y esperamos que esta situación se solucione pronto, de manera urgente. Las organizaciones agrarias están trabajando duro, disponiendo todo lo necesario para que el regreso sea posible. Es una cuestión de responsabilidad y de humanidad. Y no creemos que sea el momento ya de hablar de una “reubicación” de estas personas en otras campañas o incluso en otros sectores , opción de la que por cierto solo se ha hablado oficiosamente. Además, habría que contar con que las trabajadoras quieran. Mientras, el tiempo pasa y el momento de las buenas palabras tiene que terminar. El problema ya está aquí, llevamos casi dos meses avisando, y hay que actuar de inmediato, no seguir planteando escenarios que ni siquiera serían factibles», concluye.

Esta posibilidad, trasladar a parte de las mujeres marroquíes a otras labores de campo, por ejemplo, la recogida de peras en Lérida, se ha planteado extraoficialmente por el Gobierno de Pedro Sánchez. En vez de presionar gubernamentalmente con nuestros vecinos del sur para que abran la mano y estas mujeres puedan volver y cumplir con el contrato firmado, les plantean realizar una labor que no es tan fácil. Muchas de las recolectas están ya cerradas porque se planifican con antelación y lo que es más importante, la crisis del coronavirus y el cierre de empresas del sector servicios, ha hecho que este año la demanda de trabajo en el campo sea superior a la oferta, según apuntaron fuentes de la patronal agraria Asaja.

La situación de las temporeras es tan preocupante que la propia Junta de Andalucía se había comprometido a crear una especie de pasillo sanitario, para que pudieran volver, con un test PCR del Covid-19 hecho que garantizara que estaban libres de coronavirus.