Las denuncias por abusos a niños se hunden en Andalucía durante la cuarentena por coronavirus

Así, explica la directora general de Infancia de la Junta de Andalucía, Antonia Rubio , durante el mes de marzo se produjo «una bajada notable» de denuncias. Sin embargo, apunta, la primera quincena de abril se frenó esa tendencia. ¿Por qué? «Hemos dado una formación a los profesores y acciones de sensibilización para el resto de la comunidad educativa. Además, los medios de comunicación han explicado la importancia de la responsabilidad social en el maltrato infantil», señala Rubio, que añade que cree que todas esas iniciativas han ido calando durante el primer mes de confinamiento y, durante el inicio del segundo mes, «los andaluces han denunciado más».

En todo caso, señalan en Igualdad, el Teléfono del Maltrato Infantil de Andalucía recibió 563 llamadas en el mes de febrero. En marzo fueron 447, un 20 por ciento menos. De estas comunicaciones cuando ya estaba decretado el confinamiento de la población, 199 fueron para pedir información y asesoramiento, 3 se realizaron para denunciar pornografía infantil , y 236 sobre maltrato a la infancia.

Especifican desde la Junta, que la mayoría de esas 236 llamadas son para poner de relieve maltratos físicos o emocionales . Le siguen casos de negligencia y abandono y, por último, violencia sexual contra un menor.

Por norma general, quien llama para denunciar un caso de maltrato a niños no es el propio menor sino un vecino o persona cercana. Le siguen los casos que llegan al teléfono de Emergencias 112 y que les derivan a protección del menor y, en menor medida de todos, están los avisos de los propios niños. «Tenemos que actuar si vemos casos de abusos de menores . Si ves a un hombre que le pega a su pareja intervienes, pero si ves que un padre da un bofetón a un niño , no. ¿Por qué?», se pregunta Rubio.

Cuando una llamada sobre maltrato infantil llega a Igualdad, los teleoperadores que atienden la línea clasifican la gravedad de la llamada . Si es una cuestión grave, se da aviso al servicio de protección del menor. En caso de que sea moderado o leve, se avisa a servicios sociales o se deriva a asociaciones sociales que trabajan en la mediación.

En este último estarían las llamadas que se reciben sobre todo de adolescentes que tienen conflictos con sus padres . A ellos se les ofrece -a los menores y también a los progenitores, que son a veces quienes denuncia la tensión en el hogar-, servicios de mediación y asesoría para resolver los conflictos.

Una de las causas de llamadas al teléfono del maltrato al menor son los desacuerdos entre padres divorciados sobre el régimen de visitas durante la cuarentena por el coronavirus. Si en algunos casos la relación entre los dos progenitores es tensa, con el confinamiento la situación se agrava y el caso acaba llegando al teléfono.

Lo que no es habitual, explica Rubio, es que los adolescentes llamen para denunciar por venganza contra sus padres ante desencuentros menores. Lo que sí ocurre es que los profesores llamen para denunciar la situación de maltrato. «Antes, cuando había más contacto social, como clases o juegos, se podía identificar más fácil el abuso o el maltrato . Ahora se han restringido los contactos del menor y es más complicado», explica Rubio. Por eso, razona, es tan importante que la sociedad se involucre.

«Hay quien cree que si llama para denunciar un caso de maltrato infantil le van a quitar los hijos a los padres . Y eso no es así. A veces se puede ofrecer a la familia recursos, terapias...», explica la directora general de Infancia.

Desde Igualdad recuerdan que este teléfono es anónimo . No es necesario dar datos. Así, explican, consiguen aflorar más casos de violencia contra los menores, complicada de detectar. «El abuso físico es más fácil porque deja huellas visibles; el psicológico o emocional, menos, es más sutil ; y el sexual es muy complicado, porque se esconde en capas y capas de silencio», señala Rubio.