La preferencia por la vacuna de AstraZeneca rompe la estrategia del Ministerio de Sanidad

La estrategia del Ministerio, acordada con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se ha venido abajo tan pronto como se ha retomado la vacunación de este grupo, interrumpida durante semanas por un ensayo clínico. Y ha provocado que Sanidad llame al orden a comunidades como la andaluza , que ofrece el consentimiento informado para la segunda dosis pero no obliga a nadie a firmarlo.En este clima de suspicacia y desconfianza, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se quejaba ayer en Sevilla de que se ha «abierto una especie de idea de que se pueden elegir a la carta» las vacunas, cuando no es así, ya que cada grupo se pone la que le corresponde.

A renglón seguido, la también ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática apuntaba que todas las que se están dispensando «son seguras». Incluida, claro está, AstraZeneca. Andalucía tenía hace una semana más de 250.000 dosis guardadas en la nevera , casi tantas como los trabajadores esenciales menores de 60 años (259.071) se pusieron la primera y estaban pendientes de la segunda.

Ante la fuerte presión ejercida por comunidades como Andalucía y Madrid para dar salida a las vacunas del laboratorio anglosueco, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud permitió administrar la segunda de AstraZeneca, previa firma del consentimiento informado. «Le pedíamos al Gobierno de España que autorizara la segunda dosis a todos los que estaban inoculados de una primera dosis de AstraZeneca y seguimos en esa posición, no hemos cambiado de esa posición», recordó ayer el vicepresidente de la Junta, Juan Marín. Fue el Gobierno central el que «tuvo que rectificar y así lo autorizó».

Marín pidió autocrítica al Ministerio: «Si a lo mejor Sanidad, a nivel nacional, hubiera sido más accesible, hubiera atendido más las peticiones de las comunidades autónomas a lo mejor no hubiéramos llegado a situaciones como las que, desgraciadamente, estamos viviendo porque han tardado más de un mes en contestarnos si podíamos o no suministrar la segunda dosis de AstraZeneca a los que ya tenían la primera».

En la Junta desconfían de los ensayos clínicos con 672 personas que realizó el Instituto de Salud Carlos III, cuando « Reino Unido ha vacunado a 20 millones de pers onas con AstraZeneca primera y segunda dosis».

Durante su participación en el foro ‘El turismo del futuro’, organizado por La opinión de Málaga, a Marín le preguntaron por el incumplimiento del acuerdo por las comunidades a la hora de poner la segunda dosis a los trabajadores esenciales. Su respuesta fue que « lo que no podemos permitir es que sobre ninguna vacuna y si un ciudadano, en este caso, el profesional que lo atiende y Salud Pública entiende que se le tiene que suministrar cualquier vacuna yo no veo cuál es el problema, no lo entiendo».