Las cautelas del viajero británico por el Covid se comerán un tercio de la tarta turística

Pero el inicio de temporada no está siendo el esperado, puesto que el principal cliente no acaba de llegar. La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) mostró ayer su preocupación por la prórroga de las restricciones para los británicos, como la de tener que guardar cuarentena al regresar. Reino Unido mantiene a España en semáforo ámbar sin perspectivas de cambio durante todo el mes de junio. Además, Portugal pasa a estar de verde a ámbar.

La situación provoca que cualquier ciudadano del Reino Unido que viaje a Andalucía debe realizar una prueba PCR dentro de las 24 horas previas al inicio del viaje al exterior y, además, a su vuelta a Gran Bretaña debe guardar confinamiento domiciliario de 10 días y obligatoriedad de realizar una nueva prueba PCR. Según la patronal hotelera, este hecho imposibilita de forma clara las intenciones de viajar a España de cualquier turista británico por motivos de confinamiento a la vuelta, además de por el incremento de costes del viaje que provoca la realización de dos pruebas PCR.

Así, Andalucía pierde en junio un cliente valioso, que suponía el 30 por ciento de los viajeros llegados al destino antes de la pandemia. De esos británicos, el 70 por ciento recalaba en 2019 en la Costa del Sol, que es la más afectada por estas restricciones.

«Nos crecen los problemas», señala José Luque, presidente de Aehcos, que asegura que a todo esto se añade «la confirmación, por parte de la Comisión Europea, de que el Gobierno Español no contactó con Bruselas para obtener algún régimen de ayudas específicas para el sector turístico». Esta situación —prosigue Luque— ayuda a ralentizar el ritmo de reaperturas de hoteles y la salida de empleados de los ERTE.

En este punto, el comité ejecutivo de Aehcos exigió ayer al Gobierno español que tome medidas y agote todas las vías diplomáticas a su alcance para revertir, cuanto antes, las decisiones tomadas por parte del Reino Unido con el fin de recuperar pronto la emisión de turistas británicos hacia el destino. Porque interés sigue habiendo. «El británico sigue buscando reservas en la Costa del Sol. Si no hace sus vacaciones ahora, lo hará en julio, agosto o septiembre. La temporada se va a alargar. El británico quiere venir a la Costa del Sol», vaticina, más optimista, Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, quien explica que hay un millón de plazas en aviones reservadas desde Reino Unido a Málaga. ¿Qué ocurre entonces? El dirigente de la institución provincial lo tiene claro:«Hay una estrategia de Boris Johnson para sus ciudadanos que se queden este verano allí y reactiven la economía local».

No es el único frente abierto en el sector turístico. Los empresarios de la hostelería mostraban ayer su «indignación» ante la insistencia de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, por implantar el ‘semáforo de las restricciones’. A pesar de que Andalucía, como otras comunidades, se ha rebelado contra la imposición de normas sobre aforos y horarios –asuntos de competencias autonómica– que quiere imponer el ministerio a un mes de decaer el estado de alarma, Darias insiste en que se trata de un plan con medidas de obligado cumplimiento hasta que el 70 por ciento de la población esté inmunizado. El principal sector afectado será el del ocio nocturno, la hostelería y la restauración, actividades multitudinarias y reuniones sociales.

De entrar en vigor las nuevas medidas del Gobierno, la hostelería andaluza» tendría que volver hacia atrás: cerrando el interior de los establecimientos –cuando actualmente en la fase 2 mantienen un aforo del 75 por ciento– y reduciría los comensales de ocho a seis en las terrazas. «De esta manera, el marco de la desescalada diseñada entre la Junta de Andalucía y la patronal andaluza no serviría de nada», señaló la Asociación de Hostelería de Sevilla . En provincias con distritos sanitarios en niveles más alto de riesgo, como gran parte de la de Huelva, las restricciones serían mayores.

«Cuando levantaron el toque de queda instaron a las comunidades a establecer su nueva normalidad, y ahora vuelven a implantar restricciones, justo a las puertas del verano y cuando empieza a haber turismo. No entendemos nada. Confiamos en que la Junta de Andalucía se plante y no permita esta barbaridad, que es una total invasión de autonomías», afirma el presidente de la AHS, Antonio Luque.

«En cuanto a los empleados que hemos sacado de los ERTE, ¿los volvemos a meter porque el Gobierno ha decidido pelearse con las autonomías? No se puede jugar a estas alturas una vez más con el pan de este sector», añadió Luque.

La Junta parece decidida a no aceptar las amenazas de la ministra, Así, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, instaba ayer a Darias a «decretar el estado de alarma u otro marco jurídico», si quiere imponer nuevas medidas de horario y aforo.

«La señora Darias quiere asumir las competencias de salud otorgadas el Estatuto de Autonomía», dijo Marín que remitió las medidas andaluzas a las decisiones del comité de expertos de Andalucía se reunirá en unos diez días. En todo caso la Junta ha puesto el asunto en manos de sus servicios jurídicos ante la duda razonable de que no hay margen jurídico para que lo propuesto en el seno del Consejo Interterritorial sea de obligado cumplimiento.

Por su parte, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, pidió a Darias y el Gobierno central que «rectifique» para «consensuar» con las comunidades autónomas el «fin de la desescalada».

«El Gobierno tiene las prioridades cambiadas», dijo Bendodo, «tendría que esforzarse desde el punto de vista de la diplomacia para haber salvado el escollo de que los británicos tengan que hacer cuarentena» al volver de España de hacer turismo.