Acinipo, un enclave romano de triple vértigo

Afortunadamente el segundo «mareo» es que la impresionante villa ya citada por Estrabón y Plinio el Viejo merece la pena. Justo a la entrada, al lado del aparcamiento, en la zona más baja del escenario, se encuentran las cabañas protohistóricas que dan fe de asentamientos del siglo IX antes de Cristo . Son cinco estancias, dos de ellas circulares construidas en piedra, que demuestran la riqueza del lugar. En ellas se han encontrado cerámicas hechas a mano, pero también ánforas fenicias de importación conteniendo salazones de pescado.

Si continúa el ascenso, a la derecha, se encuentra el domus , la casa de un señor romano importante a juzgar por los dos estrados. Pero el culmen es el impresionante teatro, el más antiguo de Andalucía, probablemente construido en la primera mitad del primer siglo después de Jesucristo. Tiene un diámetro de 62 metros y sus gradas están labradas en la misma piedra calcárea de la colina. Está desnudo de todo adorno. Sus mármoles, sus estatuas, su policromía, sus inscripciones y sus columnas han desaparecido . lo cual no es un impedimento para hacernos una idea de la grandiosidad del escenario. Fue definitivamente abandonado a finales del siglo II y principios del III después de Cristo.

Una vez llegado a la cima de la colina, el viajero sentirá el tercer y más fuerte vértigo, aquel que le recorrerá el estómago y hará que retroceda un paso.

Unas vistas espectaculares a tres provincias. Desde lo alto del desfiladero se puede contemplar un paisaje impresionante que abarca tres provincias, Málaga, Cádiz y Sevilla .

Por último, ya cuando se acaba el descenso, nos topamos con las termas, que cuentan con la particularidad de tener un patio rectangular con restos de columnas donde se practicaban ejercicios físicos.

La visita dura alrededor de una hora que se puede reducir a la mitad si nos centramos sólo en el teatro. Los accesos con coche son buenos, con un desvío señalado antes de llegar a Ronda desde la carretera de Sevilla .