Los 202 pueblos andaluces donde no ha entrado el coronavirus

La fórmula parece haberle funcionado. Mes y medio después de levantarse el estado de alarma, Zuheros puede presumir de ser uno de los 202 pueblos en Andalucía que han sobrevivido a la pandemia sin ningún contagiado entre sus vecinos. Los Morales, Istán, Galaroza, Zahara de la Sierra, Darro o Canena son otros municipios libres del Covid-19. El hilo que los conecta, aparte de mantener a raya el virus, es el carácter rural, la dispersión geográfica (alejados de las grandes urbes) y su escasa y envejecida población. La Campana, en la provincia de Sevilla, es el que más habitantes tiene. Ninguno de sus 5.276 residentes se ha infectado en esta suerte de aldea gala, que ha conseguido contener la enfermedad fuera de sus fronteras. Según los datos de evolución de la pandemia que publica el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, la cuarta parte de los 785 municipios de la comunidad no han registrado ningún positivo.

En las localidades donde no ha entrado el coronavirus viven 184.935 andaluces, que apenas representan un 2,2 por ciento de la población de la región. Aunque fue una de la provincias más sacudidas por el virus durante la cuarentena, Granada es también la que más pueblos sin afección registra: 55. Son territorios libres del Covid-19 tres miembros de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España: Bubión, Capileira y Pampaneira, a la sombra del Mulhacén . Ninguno llega a los 560 habitantes.

La de Granada no es la única paradoja. Le sigue la provincia que más casos concentra tras la desescalada, Almería, con 39 municipios donde no ha llegado el virus, entre los que destacan Rioja, Sorbas o Taberno . La lista la completan, por este orden: Málaga (31), Huelva (24), Jaén (20), Sevilla (14), Córdoba (14) y Cádiz (5).

Sus alcaldes cruzan los dedos para que la situación epidemiológica no se tuerza ahora con la llegada de agosto y la afluencia de forasteros a sus lugares de origen. En Zuheros, por ejemplo, hubo mucha emigración a Zaragoza , uno de los puntos calientes de la pandemia.

En la localidad onubense de Galaroza, cuya privilegiada ubicación en pleno Parque Natural Sierra de Aracena ha generado una próspera industria en torno al turismo rural, están muy mentalizados sobre las medidas preventivas. «Desde que se inició el estado de alarma, el compartamiento está siendo ejemplar y ésa es la clave del éxito», señala Fernando Sánchez Sosa, concejal de Economía y Hacienda de este municipio de 1.379 vecinos. «No nos consta que se haya puesto ninguna multa por no llevar puesta la mascarilla», afirma el edil de Ciudadanos.

Tampoco ha entrado en la lista de afectados por el coronavirus El Palmar de Troya, un pueblo de 2.340 habitantes situado a 44 kilómetros de la capital sevillana. Su alcalde, Juan Carlos González García (PSOE), coincide con otros regidores en que su secreto es que «los vecinos están muy concienciados». El Ayuntamiento ha tomado medidas, como utilizar un atomizador que en dos horas y media desinfecta todas las calles del pueblo y la Policía Local se da una vuelta por todos los comercios y bares una o dos veces a la semana para comprobar que se cumplen las normas de seguridad. El alcalde también está en contacto con la iglesia palmariana, que toma sus propias precauciones. «No está dejando venir a fieles de otro país y tiene a dos personas para salir a comprar que no se juntan ni en misa con el resto de la congregación».