El Rocío 2018: Puntadas de oro para vestir a la Virgen en 2019

Un hito así merece una solemnidad a la altura, algo que, tanto la Hermandad Matriz de Almonte como el resto de filiales, no filiales, asociaciones rocieras e incluso instituciones civiles y personas particulares comprendieron desde el primer instante en el que se vislumbraba la conmemoración en el horizonte. Pusieron manos a la obra y aunque las iniciativas fueron surgiendo por partes, finalmente han confluido en una obra de arte y fervor que será un goce para quienes puedan presenciar la histórica procesión de 2019 pero también un legado para las futuras generaciones de rocieros.

Es el ajuar del Centenario , las prendas y joyas primorosas que la Virgen del Rocío estrenará para la Romería de 2019 . Ese sábado, 8 de junio, se cumplen 100 años del momento en el que el cardenal Almaraz procedió a depositar sobre la venerada imagen la única corona que ha poseído hasta el momento.

Será sustituida por la que ya se conoce popularmente como «Corona del Amor» , debido a la implicación sentimental que miles de devotos rocieros han tenido con la obra que se está elaborando en la orfebrería de los Hermanos Delgado de Sevilla . La corona, realizada con oro de 22 quilates y piedras preciosas, fundamentalmente rubíes que evocan el color de Pentecostés, fue una iniciativa de la Hermandad del Rocío de Valverde del Camino que ésta propuso en la Asamblea de Hermandades de 2017 y a la que de inmediato se sumaron todas las filiales, no filiales y asociaciones rocieras.

La idea no era otra que recoger los pedacitos de o ro –a menudo fragmentos sueltos de joyas o piezas con un gran significado para los donantes- que los rocieros quisieran ofrecer a las hermandades y asociaciones. Estas, a través de una comisión creada al efecto, se han encargado de recopilar el material y pedir distintos diseños entre los que finalmente fue elegido el de los Hermanos Delgado, que presentó un boceto sencillo, aunque cargado de simbolismo.

La nueva corona no alterará la silueta de la Blanca Paloma y presentará numerosos detalles alusivos a la pureza de la Virgen –las azucenas-, y al Espíritu Santo, así como los escudos de Almonte, de la Matriz y de San Juan Pablo II –de cuya visita histórica se celebra también el 25 aniversario-, entre otros atributos. También recoge, y ese es su valor intangible, las historias de amor y devoción de cientos de rocieros y la dedicación y responsabilidad de los orfebres de Hermanos Delgado . Uno de los tres hermanos, José, asegura que cuando supieron que su boceto era el elegido en la familia «se formó un tangai que no te puedes imaginar», recuerda riendo. «Esto es una cosa grande, que sólo se va a hacer una vez, es una guinda, un caramelo, lo máximo como artista, pero si además eres devoto, imagínate», trata de expresar con palabras la responsabilidad y la alegría que sintieron los orfebres.

«Esto va a salir bien», asegura Delgado. «No tiene más remedio, porque sólo viendo las caras de la gente cuando vienen a donar el oro… es un empujoncito más» para un proyecto «lleno de buenas vibraciones», sobre el que se trabaja con técnicas tradicionales y que en este momento está en proceso de estudio en tres dimensiones, lo que da «una sensación muy clara del resultado final y las proporciones». También se está tratando el oro que va llegando hasta el taller , que «requiere más tiempo, porque hay que depurarlo para ponerlo en 22 quilates para poder cincelarlo, porque si no se parte, y también hay que laminarlo para dejarlo en el grosor que queremos para trabajar», detalla José Delgado.

La Matriz no quiso olvidarse del Pastorcito Divi no, que también merecía ir de estreno en tan importante efeméride, por lo que la hermandad encargó al mismo orfebre una nueva corona para el Niño Jesús, en cuyo diseño también se observan alegorías relativas a Dios como Pastor o a distintos momentos de la historia rociera.

Las piezas de orfebrería rematarán un conjunto estético que promete con deslumbrar a quienes contemplen a la Virgen del Rocío en la Romería de 2019, diseñado a instancias de la Hermandad Matriz por Fernando Calderón , un artesano de Jerez de la Frontera que lleva cuatro años dando puntadas de fe y devoción con oro fino sobre seda y tisú de plata.

«A la Virgen del Rocío no se le puede poner cualquier cosa, así que se pensó en lo mejor desde un punto de vista técnico y material», explica Calderón, que para el diseño del terno y el manto que lucirá la Blanca Paloma en el Centenario de su Coronación, «dignos de una reina», compuesto por 2000 piezas bordadas , se inspiró en los cuadros de los Austrias que cuelgan en el Museo del Prado .

«La Matriz dio unas premisas claras, pero he gozado de cierta libertad», asegura el artista, que desgrana detalles del simbolismo que se recoge tanto en el traje, «de un color muy especial en la línea de los que ya tiene la Virgen», como en el manto, «enteramente bordado», a diferencia de los que ya posee. Así, entre otros detalles, el terno recoge una alusión al Papa San Juan Pablo II , la advocación Rocío del Cielo, el escudo de la Matriz, del pueblo de Almonte y el escudo del Papa Francisco , «para inmortalizar el periodo histórico en el que se elabora el traje». También destaca una referencia muy especial: la sevillana de Muñoz y Pabón , «La Virgen del Rocío no es obra humana», repartida entre el traje y el festón del manto.

«El manto es la pieza que recoge una mayor simbología», asegura. «El brocado evoca cuadros, dibujos encajados unos con otros, y además de la advocación Rocío del Cielo hay unas llamaradas que evocan a Pentecostés y sobre los hombros, unas ráfagas que hacen alusión a la visión apocalíptica de la Virgen como mujer vestida de sol», explica el jerezano, que aclara que, además, entre los escudos de la Matriz, el Pontificio, el de Felipe VI y el de Almonte podremos encontrar también el de Jerez .

« Jerez se ha implicado sobremanera en este proyecto, lo ha hecho suyo, gracias a las aportaciones de instituciones, particulares, la Hermandad del Rocío, la ciudad entera… tanto es así que ya se le conoce como «el terno de Jerez». Y la Hermandad Matriz, teniendo en cuenta la implicación de una ciudad tan arraigada en el Rocío y Doñana, realizó la presentación del proyecto en Jerez.

Calderón cuenta con un equipo de 12 personas que trabajan «sin prisa» en bastidores sobre los que se reparten las distintas piezas, «como en un puzle». «El diseño se desgrana y se organiza por calles, desde el centro del manto hacia fuera», para guardar la simetría, y «si se repiten piezas o motivos, procuramos que los trabaje la misma persona». «Es un trabajo brutal, con una riqueza técnica enorme… creo que está siendo un conjunto a la altura», confiesa el artesano, para el que este encargo supone, en lo profesional, «llegar a lo más alto» y en lo personal, «no puedo explicar lo que supone». «Sin ser almonteño, la Virgen del Rocío es la gran devoción de mi casa. Soy rociero desde que tengo uso de razón, así que esto es un peso de responsabilidad inmenso, es no estar contento nunca, porque todo es poco para Ella».

Con el agradecimiento por delante a la Matriz por la confianza depositada en él y en su equipo, Fernando Calderón, sueña todos los días con el momento de ver el traje puesto y cree que la reacción de los rocieros será positiva porque «le he puesto el alma y el corazón y no me queda nada más que poner en cada puntada».