El 'método Ábalos' para 'liquidar' a Díaz: «Vi a susanistas cambiar de acera de un día para otro»
El entonces 'número 2' del PSOE fue clave para el triunfo de Juan Espadas en las primarias de 2021
Susana Díaz carga contra Ábalos tras su implicación en la trama Koldo: «Lo que se está viendo es feo por un tubo»
Sevilla
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Iniciar sesiónCuando comenzó el año 2021 el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tenía un gran objetivo en clave orgánica: renovar los liderazgos en Cataluña y Andalucía, las dos comunidades claves para el PSOE en el mapa electoral nacional. En ambos territorios se aproximaba la cita ... con las urnas –las elecciones catalanas fueron en el mismo 2021 y las andaluzas en 2022– y el presidente del Gobierno quería personas de su estricta confianza tanto en el PSC como en el PSOE andaluz.
En Cataluña fue fácil. En diciembre de 2020 Miquel Iceta –un dirigente dócil que había cosechado unos decepcionantes resultados en las urnas– ya había anunciado su renuncia a ser candidato en las elecciones catalanas de febrero, y en septiembre de 2021 confirmó que no se presentaría a la reelección como secretario general del partido. Dejaba el camino libre a Salvador Illa, quien abandonaba el Ministerio de Sanidad para coger las riendas del socialismo catalán. Illa pertenecía al núcleo de máxima confianza de Sánchez; de hecho había participado activamente en las negociaciones que propiciaron la abstención de Esquerra en enero de 2020 para su investidura como presidente del Gobierno y la puesta en marcha del primer ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidos Podemos.
Guerra en Andalucía
En Andalucía era harina de otro costal. Susana Díaz mantenía un férreo control del partido pese a la decepción de diciembre de 2018, cuando ganó las elecciones autonómicas pero sin la mayoría suficiente para gobernar. De hecho, desde aquellos comicios el partido había vivido un pulso soterrado entre Ferraz y San Vicente, ya que la dirección federal había intentado por todos los medios que la expresidenta de la Junta diese un paso atrás. Los 'sanchistas' comenzaron ofreciendo candidatos de consenso, pero cuando se comprobó que no había posibilidad de acuerdo desde Madrid se comenzó a presionar a los dirigentes provinciales para que se cambiasen de bando y abandonasen a la secretaria general.
El 14 de enero José Luis Ábalos, entonces secretario de Organización del PSOE y ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, viajó a Sevilla para entrevistarse con Susana Díaz en la sede regional del PSOE. A Ábalos no le importó que Madrid estuviese conmocionada por el reciente temporal Filomena, que había paralizado el centro de la península. Aquel día Ábalos dio un ultimátum a Susana: o se marchaba –oficialmente 'por su propia voluntad'– como Iceta o el partido la quitaría de enmedio.
Dicho y hecho. Ante la negativa de Díaz a abandonar el mando de la nave, en los primeros días de mayo la dirección federal anunciaba el adelanto del proceso de primarias en Andalucía para elegir al candidato a la Junta con el argumento del posible adelanto al verano de los comicios autonómicos previstos para noviembre –como así ocurrió–. Juan Espadas fue el elegido por Pedro Sánchez para plantear el pulso a la expresidenta andaluza.
En este contexto, era previsible que Ábalos, el 'cocinero' del partido, no se mostrase ecuánime. «El aparato de Ferraz se volcó en aquellas primarias», recuerda un destacado socialista. «No sé si Ábalos estuvo aquí diez, quince o veinte días», agrega en relación con la afirmación de Susana Díaz de que el exministro estuvo dos semanas en un hotel en Sevilla, «pero es evidente que la dirección federal tomó partido y que él personalmente presionó a dirigentes», explica.
Triunfo claro
La operación salió bien y Espadas se impuso con claridad en las primarias celebradas el 13 de junio de 2021 con más del 55 por ciento de los votos y casi 17 puntos de ventaja sobre Díaz. «Cuando la maquinaria federal del partido se pone en marcha, estando además en el Gobierno central, es muy difícil frenarla», asegura otro dirigente. «Yo vi a 'susanistas' acérrimos cambiar de acera de un día para otro, y alguno de ellos es hoy secretario provincial», agrega.
La desactiviación de Díaz en aquellas primarias es uno de los grandes favores que Ábalos le ha hecho a Sánchez en lo que al ámbito orgánico se refiere. El cambio no fue electoralmente bien, ya que el PP logró mayoría absoluta en 2022, pero permitió a Sánchez doblegar por segunda vez –ya lo hizo en las primarias nacionales de 2017– a la única dirigente que le ha plantado cara de verdad en el PSOE.
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