La suciedad del botellón en Málaga: el Ayuntamiento muestra un vídeo de la basura generada cada noche y apela al civismo

Teresa Porras, concejala de Fiestas y de Limpieza, ha admitido su preocupación por el botellón y la suciedad: «Eso sí me preocupa». Ha reclamado responsabilidad a quienes acudan y ha subrayado que «tienen que responsabilizarse y echar lo que sobre a los contenedores; hay por todo el recinto». Porras ha añadido que la gente joven «debería estar más concienciada con medioambiente y reciclaje» y ha recordado que escenas similares se han visto en San Juan o tras los fuegos. Como medida concreta, ha avanzado que el vídeo con las imágenes de la primera noche se proyectará en la pantalla de la zona del botellón para llamar a recoger y reducir la carga de limpieza. Esta no es la primera vez que la responsable municipal culpa a los ciudadanos del estado de la ciudad, ya que en enero de este mismo año, achacó a los vecinos de la barriada de La Luz la suciedad de las calles. «Si La Luz está sucia es porque el vecino no es capaz de bajar los muebles en su día o se toma una cerveza en el banco y la deja ahí en vez de tirarla», afirmó Porras.

El movimiento del Consistorio llega en medio de un debate sostenido sobre la limpieza en Málaga. En los últimos meses se han sucedido quejas vecinales en barrios como Miraflores, con limpiezas simbólicas y cruce de reproches; el Ayuntamiento ha defendido los recursos de Limasam y las tensiones han escalado en redes tras avisos del Partido Popular de Málaga en denunciar a quienes «mientan» sobre el servicio. Porras ha reiterado en múltiples ocasiones en las últimas semanas que está «segura» de que Limasam cuenta con medios suficientes, ha reconocido «puntos negros» y la oposición ha pedido su dimisión. El PSOE ya exigió en enero la destitución de la concejala por «deficiencias» en el servicio y falta de refuerzos, reclamando más personal y mejor mantenimiento.

Con el foco puesto en la Feria de 2025, el Ayuntamiento apela al civismo y a la corresponsabilidad de los jóvenes para aliviar la presión sobre el servicio de limpieza. La proyección diaria del vídeo en la Explanada de la Juventud busca precisamente ese efecto: que el propio recinto se convierta en recordatorio de que «se puede hacerlo mejor» y que la fiesta no esté reñida con una ciudad limpia.