Unos 700 malagueños apoyan en la calle el proyecto de Antonio Banderas para el Astoria

Con gritos de apoyo al actor. Se oyó entre la multitud: «Málaga con Antonio» y se coreó el nombre del hijo vivo más ilustre. Los concentrados reivindicaron la figura del actor en la ciudad que le vio nacer y pidieron que su sueño cultural no acabe con el concurso ganado junto al arquitecto José Seguí –presente en la plaza de la Constitución– y Starlite. «¿Quién tiene la voluntad, los recursos, los conocimientos, el bagaje, el equipo, los gestores y la proyección internacional como lo tienen los ganadores del concurso?», preguntó Antonio Sánchez, uno de los convocantes en su manifiesto de apoyo.

«Decirles a nuestros políticos locales que con las cosas de nuestra ciudad no se juega , que debe primar Málaga. Que no deberían olvidar que la Corporación Municipal es la representación de todos los malagueños para gestionar nuestros recursos y resolver los problemas que se presenten, no para crearlos», apuntó Sánchez en el manifiesto, en cuya lectura estuvo acompañado por Antonio Durán e Isabel Artacho, también convocantes de la concentración.

Con el apoyo de los presentes se pidió que se resuelvan los tecnicismos porque «no hay nada insalvable». Los apoyos a Antonio Banderas comenzaron tras anunciar que renunciaba al proyecto por sentirse «humillado» . La primera respuesta a las críticas y reacción al anuncio del actor fue una recogida de firmas en la plataforma «Change.org», que tras la concentración de la pasada tarde del viernes llevaba más 20.600 firmas acumuladas.

La polémica surgió tras una reunión entre José Seguí, Sandra García Sanjuán –propietaria de Starlite– y Antonio Banderas en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga con el alcalde, Francisco de la Torre. El tándem había sido el ganador del concurso no vinculante con el que se trataba de buscar una solución al edificio de los antiguos cines Astoria-Victoria en la plaza de la Merced. Un fantasma urbanístico que le costó al Ayuntamiento 21 millones de euros y que está abandonado sin solución.

Tras aquella reunión, unas declaraciones del alcalde en las que daba a entender que veía «normal» que la adjudicación definitiva del proyecto recayera en los ganadores del primer concurso desató la tormenta. La oposición salió en tromba acusándole de querer hacerle «un traje a medida» a Antonio Banderas, recordando que el proyecto se debía adjudicar en un nuevo concurso libre . El equipo de gobierno se quedó sólo en la defensa. IU y Podemos se posicionaron en contra de las intenciones del actor. El PSOE se abstuvo y Ciudadanos, socio de los populares, pidieron repetir el concurso. La presión contra el proyecto acabó con la renuncia de Banderas a un sueño, que llevaba anunciando meses y que ya ha sido reclamado por ciudades como Sevilla, dispuestas a poner la alfombra roja al actor y sus socios.