Marbella y Estepona echan el cierre a bares y comercios desde el miércoles y Málaga capital se acerca al límite

Con estas nuevas incorporaciones son ya 34 los municipios de la provincia afectados por las restricciones más duras decretadas por el Gobierno andaluz, que obligan al cierre de todas las actividades no esenciales durante al menos dos semanas e independientemente de que la indicencia suba o baje en ese tiempo.

Los otros pueblos afectados son Mollina, Villanueva del Trabuco, Cútar, Arriate, Ronda, Alameda, Almargen, Teba, Cañete la Real, Benamocarra, El Borge, Salares, Alfarnate, Vélez-Málaga, Alcaucín, Moclinejo, Alhaurín el Grande, Ardales, Coín, Monda, Álora, Algatocín, Cartajima, Igualeja y Faraján.

Además, cerca del 80% de las localidades de la provincia están ya en una situación de riesgo extremo. Málaga capital, que registra este lunes una tasa de 945 casos por cien mil habitantes, está al borde de sumarse al cierre de la hostelería y el comercio si la curva sigue en aumento. Hasta ahora, solo está sujeta al cierre perimetral y las restricciones de horarios, pero la Junta analiza las cifra de contagios cada lunes y jueves y esa situación podría cambiar.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, ya ha solicitado en reiteradas ocasiones poder ir más allá del cierre de la actividad y ordenar el confinamiento domiciliario en aquellos municipios con una incidencia superior a los 1.000 casos. Una petición a la que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto la espalda escudándose en el plazo de dos semanas necesario para que las medidas actuales surtan efecto.

Entre tanto, se mantiene la asfixia del sector hostelero y turístico en la Costa del Sol. Precisamente hoy, coincidiendo con la noticia del cierre, el Ayuntamiento de Marbella ha anunciado que llevará al próximo pleno una propuesta para exigir al Gobierno central un plan de rescate del tejido turístico que permita garantizar su supervivencia y evitar la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo.

La alcaldesa, Ángeles González, ha acusado a Pedro Sánchez no sólo de dar la espalda al sector, sino de haber «ahuyentado a los países emisores» en perjuicio de los touroperadores y empresarios turísticos, a quienes ha respaldado en sus demandas de ayudas directas y bonificaciones fiscales.

En el Consistorio de uno de los mayores destinos turísticos de España han caído como un jarro de agua fría las declaraciones del secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, en las que aseguraba que la crisis derivada del Covid-19 supone una oportunidad para que el país deje atrás el «turismo de sol y playa» .

«Resulta del todo inaceptable que mientras sufrimos la peor crisis turística de la historia y mientras el Ejecutivo de la nación no aporta ninguna ayuda al sector, el secretario de Estado considere que es un momento propicio para llevar a cabo una diversificación de la oferta que en destinos como el de nuestra ciudad venimos poniendo en valor desde hace tres lustros» , ha apuntado la edil del ramo, Laura de Arce.