Los bares y comercios de Málaga capital recuperan el pulso tras diez días de cierre

El buen tiempo desde primera hora de la mañana ha llenado las terrazas de las cafeterías, donde minutos antes los camareros se afanaban en dejarlo todo listo: colocaban mesas, sillas y desplegaban toldos para resguardar a los clientes del sol espléndido que ha acompañado durante toda la mañana.

Las ganas de ponerse manos a la obra también se podían palpar. Subir la persiana después de diez días sin un solo ingreso ha sido un alivio, a pesar de las limitaciones de aforo y horario que les obligan a cerrar a las seis de la tarde, limitar a cuatro los comensales por mesa y mantener los dos metros de distancia.

«Dos sombras, cuatro churros, y un pitufo mixto», se volvía a escuchar a eso de las nueve de la mañana en una de las cafeterías cercanas al mercado de Atarazanas, Algunos malagueños aprovechaban para desayunar después de hacer sus compras en esos pequeños comercios de toda la vida a los que también hoy han podido volver.

Ha habido movimiento en las grandes cadenas de calle Larios, pero las colas también salían por la puerta en mercerías, copisterías y, como no, en la señera tienda de las especias . Pese a estar abierta estos días atrás, más de uno ha debido quedarse sin orégano en rama por no pisar el centro.

Las distancias se han cumplido a rajatabla en las plazas de la Merced, del Obispo o Uncibay. También en la plaza de las flores, las calles anexas a calle Larios y en el entorno del Museo Picasso, que como el resto de instituciones culturales ha vuelto a recibir visitantes esta mañana.

Para muchos negocios abrir es su única opción. No todos se han podido beneficiar durante el cierre de las bondades del reparto a domicilio y los que lo han hecho, tampoco es que hayan salido muy airosos del bache. Los hosteleros llevan meses clamando para que se suavicen las medidas , pero desde el inicio de la pandemia han sido la diana de las instituciones a la hora de aplicar las restricciones. Ayer mismo el presidente de la patronal Mahos, Javier Frutos, reclama aplicar en Andalucía el modelo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde no han aumentado los contagios y las limitaciones son más laxas.

No sólo en el centro se ha recuperado el bullicio, también en otros barrios de tradición comercial como Cruz de Humilladero y su calle La Unión, que a media mañana era un ir y venir de vecinos con bolsas y carros de la compra. Al otro extremo de la ciudad, en Pedregalejo , han sido muchos los que se han sentado en las terrazas frente al mar después de un paseo por el paseo marítimo y los Baños del Carmen.

Junto a la capital, otros grandes municipios de la Costa del Sol como Marbella y Estepona han retomado su actividad tras cerrar el pasado 26 de enero. También la recuperan en Vélez-Málaga, Coín, Genalguacil, Pizarra, Alameda, Benamocarra, Alfarnate, Cartajima, Casares, El Borge, Faraján, Ojén, Teba, Villanueva de Tapia, Arriate, Canillas de Albaida y Cortes de la Frontera.