Absuelto de abusar sexualmente de una estudiante francesa que acogía en su casa de Málaga

El procesado se enfrentaba a una petición fiscal de nueve años de prisión por agresión sexual pero el Tribunal considera que «la única y muy delicada prueba de cargo» es la declaración de la menor pero que ha entrado en contradicciones e imprecisiones, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.

La Sala mantiene que la testigo ha cometido contradicciones o al menos ha sido poco coherente con su relato incriminatorio por lo que no se supera con el mínimo grado de holgura exigible todas las pautas jurisprudenciales de credibilidad.

Durante el juicio el acusado negó haber cometido la agresión sexual y aseguro «no soy un pederasta, soy inocente» .

La menor se encontraba temporalmente en España en verano de 2016 realizando un curso de español dentro de un grupo organizado con una familia que tiene dos menores de edad y cuyo padre es el acusado.

En el relato acusatorio se explica que la estancia en España de la menor con esta familia transcurrió «en un clima de confianza e intimidad con todos los miembros de la familia» y que un día antes de que se fuera a Francia fue cuando ocurrieron los hechos.

En torno a la s 13:00 horas del 22 de agosto de 2016 , cuando la menor regresó al domicilio tras finalizar las clases, el procesado la recibió vestido con un pantalón corto y el torso desnudo acompañado de su hija de un año y medio y le empezó a hablar en francés y en español preguntándole la hora del vuelo.

Seguidamente le dijo, según el fiscal, que se quedara unos días más en España disfrutando del calor y la playa y que la iba a echar de menos, tras lo que le abrazó y la agredió sexualmente pese a la resistencia de la menor que solo pudo escapar cuando le dijo que le iba a dar unos lápices a la hija del procesado y salió huyendo del domicilio.

En la sentencia dicho extremo no queda probado y se afirma que el acusado estaba con pantalón corto y sin nada que cubriera la parte superior del cuerpo porque era un día de calor y que se entabló una « dificultosa conversación entre ambos » debido a que él no habla bien el francés y ella el español.

Los magistrados consideran que el verdadero contenido de la conversación no ha quedado acreditado pero que fue relacionado con el inminente regreso a su país y al término de la conversación los dos se abrazaron, instante que fue recogido por la menor con un selfie.