Segunda moción de censura contra el PP fallida en la provincia de Málaga este verano
El grupo popular blinda Benalauría tras pactar con el concejal tránsfugo y el PSOE encadena dos intentos frustrados en la Serranía de Ronda en menos de dos meses
Pleno fantasma en Benaoján: decae la moción de censura al faltar el PSOE y el concejal díscolo del PP
Málaga
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Iniciar sesiónLa Alcaldía de Benalauría no cambiará de manos. La moción de censura registrada por el PSOE junto a la Agrupación de Electores de Benalauría y el edil del PP Alejandro Guerrero ha quedado desactivada después de que los populares hayan cerrado un acuerdo con el ... concejal para «anteponer la estabilidad y el interés general del municipio a cualquier desavenencia interna», según un comunicado oficial.
La operación frustrada en Benalauría se suma a la de Benaoján, donde el PSOE retiró en julio su moción de censura horas antes del pleno, alegando «presión personal y familiar» sobre el concejal del PP José Antonio García Delgado, cuyo voto era decisivo. El resultado es el mismo: el PP mantiene la vara de mando en ambos municipios.
El Partido Popular ha explicado que las conversaciones de los últimos días «han servido para afianzar las relaciones» y continuar el mandato con «transparencia, responsabilidad y honestidad», recordando que fue «la lista más votada» en las municipales de 2023. Con ello, el intento socialista de desbancar al alcalde Cristóbal Díaz se queda sin recorrido.
El pacto incluye que Alejandro Guerrero, independiente que concurrió en la candidatura del PP y actual teniente de alcalde de Medio Ambiente, Pedanías y Fiesta, se compromete a trabajar con los populares en el gobierno local, neutralizando la maniobra impulsada por la socialista Cristina Márquez, que se postulaba como candidata a la Alcaldía con el apoyo de los dos ediles de la Agrupación de Electores de Benalauría y del propio Guerrero.
En clave provincial, el desenlace confirma la resiliencia del mapa institucional popular, 47 de los 103 ayuntamientos, frente a los 40 consistorios en manos del PSOE. La estrategia de los socialistas, basada en aritméticas cambiantes y acuerdos con ediles ajenos a su lista, ha tropezado dos veces este verano, proyectando dudas sobre su capacidad para articular mayorías estables en la comarca.
Mientras el PSOE trataba de presentar las mociones como una alternativa «por la estabilidad», los hechos apuntan a lo contrario: en Benalauría, la estabilidad ha quedado garantizada tras el acuerdo PP-Guerrero; en Benaoján, la retirada in extremis evidenció falta de apoyos sólidos. En su comunicado, el PP ha subrayado que el entendimiento alcanzado «pone en valor el trabajo realizado en los últimos años representando el mandato de los vecinos».
La pregunta que deja la doble moción fallida del PSOE es obvia: si la prioridad es la gobernabilidad, ¿por qué forzar dos procesos que acaban alimentando la incertidumbre municipal y fracturando la confianza de los vecinos? La respuesta, a tenor de lo ocurrido, no está en Benalauría ni en Benaoján.
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