La factura millonaria de la dejadez del Gobierno en las playas de la Costa del Sol

Estepona, encabezada por su alcalde José María García Urbano, ha sido uno de los municipios más vehementes a la hora en reclamar al Gobierno la adopción de medidas efectivas para regenerar y estabilizar las playas. En 2022, el regidor propuso que los ayuntamientos pudieran asumir transitoriamente las competencias en materia de costas, remitiendo varios escritos que hasta el momento no han sido atendidos por el Gobierno.

Fuentes municipales aseguran a ABC que el municipio gasta anualmente 1,8 millones de euros en el mantenimiento de sus playas y los aportes de arena que realiza en Gobierno «se muestran insuficientes» para atajar un problema que se agrava cada año y que a la vez supone «un despilfarro», dado que estas soluciones provisionales acaban desapareciendo con cada nuevo temporal.

Para esta temporada de playas, el Consistorio remitió a la Administración central un listado con los arenales más afectados por los temporales, sin embargo, estas peticiones no han sido aceptadas en su totalidad y tan solo tres puntos del litoral: El Padrón, Benamara y El Pirata-Cabo Bermejo van a recibir finalmente aportes de material.

En el caso de Fuengirola, el Ayuntamiento ha invertido 375.451 euros en la reparación de muros, accesos y perfilado de playas. La Junta de Andalucía ha contribuido con 605.000 euros para el dragado de emergencia del puerto, mientras que el Estado solo ha destinado 300.000 euros a repartir entre Fuengirola, Torremolinos, Mijas y Benalmádena para un aporte de arena. Es decir, unos 75.000 euros para cada localidad que desde el Consistorio consideran «insignificante».

Mijas, por su parte, fue uno de los puntos del litoral que salieron peor parados por el paso del temporal de principios de marzo, que se llevó por delante buena parte de la playa de El Bombo a las puertas de Semana Santa y causó importantes daños en un chiringuito situado en primera línea. El Ayuntamiento tuvo que desembolsar 500.000 euros para reparar los daños a contrarreloj, inflando la factura para la regeneración y conservación de las playas hasta el millón de euros en lo que va de año.

Sin salir de la Costa del Sol occidental, Marbella destina entre 800.000 y un millón de euros anuales al mantenimiento de sus playas a la espera del proyecto de estabilización; 300.000 en el caso de otros municipios más modestos de la provincia como Manilva. En Rincón de la Victoria destinaron 80.000 euros en 2023, mientras que los temporales de esta primavera ya han supuesto un desembolso de 22.000 euros para reponer duchas, vestidores y pasarelas. También deben arreglar varias salidas pluviales dañadas por la pérdida de playa, una actuación que, según fuentes municipales, está valorada en 48.000 euros.

Mientras tanto, en Torrox, el gasto supera los 250.000 euros. En este punto de la Axarquía, continúan pendientes del avance en proyectos esenciales como la estabilización de la playa de Ferrara, valorado en 6,5 millones de euros y aún sin ejecutar a pesar de que el pasado verano el Gobierno ya remitió al Boletín Oficial del Estado (BOE) la resolución por la que se sometía al trámite de información pública el proyecto y Estudio de Impacto Ambiental. «A día de hoy no se sabe absolutamente nada», denuncian desde el Consistorio.

Solo Benalmádena se ha beneficiado hasta el momento de los 29 millones de euros anunciados por el Ejecutivo para proteger el litoral con la ejecución en 2023 del dique entre las playas de Santa Ana y Malapesquera. El resto, todavía no se han adjudicado o están en tramitación, como las obras previstas en Marbella y San Pedro de Alcántara, que se llevan la mitad de la cuantía (15,9 millones), la de Ferrara antes mencionada (6,5 millones), La Cala y El Bombo en Mijas (2,2) o los Baños del Carmen en la capital.

Entre tanto, el Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha anunciado esta misma semana la movilización de 208.700 metros cúbicos de arena por valor de 1,1 millones y recordado la inversión de 2,1 millones para mantenimiento de playas para 2024. Medidas «insuficientes y temporales» a ojos de los ayuntamientos, ya que solo incluyen la eliminación de escalones y bermas en las playas, perfilados del litoral o aportes de arena. Unos «parches» que hacen que el litoral se someta cada año al mismo ciclo de destrucción y reparación en un patrimonio natural clave para su economía.