Un barco andaluz en la flotilla de Gaza: pagado al contado y con capitán argentino

La sorpresa ha sido morrocotuda en el humilde puerto marítimo malagueño. Los lugareños no daban crédito a que este faenero, que lidiaba cada madrugada con boquerones y chanquetes para que la familia se ganara modestamente el jornal, se sumara a esa avanzadilla histórica que pretendía llevar ayuda humanitaria a la Franja ante el bloqueo a la que se encuentra sometida.

Ese asombro inicial ha ido dando paso a las diferentes conjeturas, que ya venían alimentadas por lo sucedido hace escasas semanas. Un particular compraba el 'Estrella y Manuel' por una cantidad elevada y sin regatear. De un tirón. Había prisa y necesidad. Sólo incluía dos condiciones: que los vendedores retiraran todos los artes de pesca (algo que les ha permitido sumar mayores beneficios con su venta posterior) y que lo trasladasen a Barcelona. Ha sido desde la ciudad condal el lugar elegido para la partida de esta 'flotilla' con más de 500 tripulantes de diferentes nacionalidades.

Precisamente, su capitán es argentino, Carlos 'Cascote' Bértola, y la tripulación cuenta hasta con ocho navegantes originarios del país andino. Son los integrantes de este barco de 17 metros de eslora y 160 caballos de potencia que según sus responsables transportaba una importante cantidad de material humanitario (alimentos y medicamentos) para ayudar a la población civil en Gaza.

Ya tuvieron problemas en la travesía y denunciaron un ataque intimidatorio con drones, que lanzaron un líquido corrosivo. Hubo daños materiales pero no personales. «En el Estrella y Manuel un dron impactó a dos metros de la tripulación. Seguimos navegando con chalecos salvavidas puestos y con drones aún sobrevolando la zona», señaló Bértola a través de los canales de comunicación de esta organización. El navío fue interceptado a las 22:54 hora local del pasado 1 de octubre por el ejército israelí.

La Flotilla de Gaza no ha podido culminar su misión, que era entregar la ayuda humanitaria a la población masacrada en Gaza, si bien muchos analistas lo consideran un éxito por su carácter simbólico y porque es la muestra de que Israel viola diferentes leyes internacionales. Su interceptación la califican de «secuestro» y «acto de piratería» ya que se ha producido en aguas internacionales, aunque el estado judío las señala como aguas de exclusión con motivo de la contienda bélica.

Además, el país que preside Benjamín Netanyahu asegura que este movimiento tiene apoyo indirecto de organizaciones afines al grupo terrorista Hamás, lo que niegan sus responsables, que asegura que se trata de donaciones ciudadanas canalizadas por ONG y plataformas de solidaridad.

En la expedición viajan al menos tres andaluces: los malagueños Manolo García y Rafael Borrego, además de Ana María Martín López (Naé), quien lleva 20 años viviendo en Andalucía, y Ana Alcalde, la conocida como 'Barbie Gaza'. Los familiares reconocen estar inquietos ante la falta de noticias, aunque los medios internacionales ya recogen que el barco de la Marina israelí ha enviado a los detenidos al puerto de Ashdod. El Gobierno de España, al igual que el italiano y el turco, enviaron a una embarcación que les acompañó hasta la zona delimitada, pero se negó a intervenir al entrar en las aguas de exclusión.