málaga
Julián Muñoz, el eterno inhabilitado
Si el sistema judicial español no acumulase condenas, el exalcalde no podría volver a la política en al menos 500 años
Julián Muñoz, el eterno inhabilitado
El Tribunal Supremo (TS) emitía el lunes la última resolución judicial en la que el nombre de Julián Muñoz Palomo se podía leer en la práctica totalidad de las páginas. El Alto Tribunal se pronunciaba sobre los recursos de varios acusados en el denominado « ... caso Blanqueo» y por el que fueron condenadas dos exparejas del exalcalde marbellí: Mayte Zaldívar, la madre de sus hijas, y la tonadillera Isabel Pantoja . El otrora dirigente del GIL, que no recurrió la sentencia inicial, veía como su condena se veía reducida de siete a seis años y medio de cárcel. Un escaso alivio para un político que tiene en su horizonte más de un centenar de diligencias previas y más de 50 condenas. Si el sistema judicial español no contemplase la acumulación de penas, Muñoz tendría que «esperar» más de cinco para poder volver a retomar su carrera política o ejercer un cargo público.
La resolución del TS hace un detallado análisis por el largo periplo judicial de Julián Muñoz, para lo que precisa de 14 folios . Enumera las 102 diligencias previas que en la actualidad tiene abiertas en nueve juzgados de Marbella, aunque prácticamente la mitad de ellas -46- se acumulan en el juzgado de Instrucción número 1.
La lista de delitos que imputan al exregidor es bastante extensa. Desde cargos tradicionalmente asociados al ladrillo, como contra la ordenación del territorio o prevaricación urbanística, hasta otros que revelan comportamientos irregularidades derivados de la gestión municipal, como cohecho, malversación de caudales públicos, falsedad, fraude, desobediencia, tráfico de influencias o impedimento de derechos cívicos.
El exalcalde marbellí acumula hasta la fecha más de 50 condenas, muchas de ellas firmes. En la mayoría de ellas las penas son de un año de cárcel, diez de inhabilitación para ejercer un empleo o cargo público y otro impidiéndole el derecho al sufragio pasivo . Una similitud en las condenas que se debe a los acuerdos que ha ido cerrando la defensa de Muñoz con la Fiscalía en base a al principio de acumulación de penas.
Si el sistema jurídico español no contemplase este precepto, el exregidor –en base a los falos judiciales emitidos hasta ahora-debería cumplir más de cuarenta años de cárcel , 18 sin poder votar y más de 450 sin poder regresar a la vida política. Unas cifras que se irán incrementando considerablemente cuando se vayan dirimiendo el centenar de causas que aún hay en los juzgados.
Muñoz, el exalcalde con más procesos judiciales abiertas en España, está en la actualidad ingresado en prisión, pero insiste en que se encuentra mal, que padece muchos problemas de salud y ha perdido audición.
Así lo expreso días atrás durante el juicio por el «caso Malaya» al exconcejal del GIL Francisco Javier Lendínez, que ha estado fugado durante años, algo que se interpreta como un intento para conseguir permisos que le permitan salir de la prisión.
En 2007, cuando estaba en prisión mientras se investigaba el « Malaya», intentó reclamar su libertad alegando, entre otros, problemas cardiovasculares, pero el fiscal le recordó que era atenido perfectamente por los servicios sanitarios del centro penitenciario.
Otra anécdota que ha protagonizó el exalcalde de Marbella durante su última comparecencia judicial fue pedir saludar al tribunal que lo condenó. Cuando le dieron permiso, Muñoz se acercó cojeando un poco a cada uno de los magistrados y le dio la mano de manera respetuosa a los tres y, antes de irse, también saludó a modo de torero, a las tres acusaciones,
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