Así limitará la Junta de Andalucía el uso de móviles en las aulas

El problema, como puede suponerse, no es precisamente actual. La presencia de las nuevas tecnologías y en especial de los smartphones en la población general, y su 'democratización' progresiva hacia edades cada vez más tempranas se ha convertido en cuestión capital al suponer una clara merma de la concentración, una sobreexposición a estímulos de distinta procedencia y, lo más complicado, no quedar del todo garantizada la barrera de acceso a según qué contenidos no convenientes para los más pequeños.

Uno de estos miedos es la normalización de la pornografía en edades bajas, al ser un contenido que en un móvil queda al alcance de la mano. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha explicado en la Cámara andaluza que «Tenemos que dar pasos firmes para responder a la preocupación de las familias y del conjunto de la sociedad». Tampoco pierden de vista el aumento de los casos de «violencia entre jóvenes y adolescentes». En muchos casos el teléfono actúa como un altavoz, al grabar los episodios de agresiones y favorecer su viralización, que además del daño físico deja una notable huella psicológica en las víctimas.

Y uno de esos pasos que anuncia la Junta es desterrar en la medida de lo posible los móviles de las aulas. A falta de una normativa estatal que sí existe en otros estados europeos (Países Bajos acaba de oficializar la prohibición a partir del 1 de enero de 2024), hasta ahora eran las propias comunidades autónomas las que regulaban la cuestión, una decisión similar a la que se aplica en Alemania.

Así, con la reciente intención del Gobierno Andaluz, la región se suma a Galicia, Castilla La Mancha y la Comunidad de Madrid como uno de los territorios en los que se mantienen los smartphones fuera del ámbito escolar.

Es cierto que hasta ahora tampoco es que fuese un tema de libre albedrío total. No pocos centros educativos han ido incorporando a su código interno esta prohibición en los últimos años. El Colegio San José SSCC (Padres Blancos de Sevilla), el IES Los Neveros de Huétor Vega (Granada), o el IES Belén de Málaga son sólo algunos ejemplos de férrea política 'antimóvil'.

Lo que ahora se aplaude es la unificación de criterios y la tranquilidad de las juntas directivas de los centros escolares de contar con un marco normativo común y superior, de ámbito autonómico.

En los próximos días se detallarán las franjas etarias de aplicación, las salvedades de uso (hay casos especiales recomendados por problemas de salud o demás cuestiones personales), el día de entrada en vigor de la prohibición...

La comunidad educativa tiene ahora un peso fundamental para determinar los detalles de este blindaje infantil y juvenil. Al menos así ha constado en el Debate de Estado de la Comunidad que se seguirá celebrando hasta el próximo jueves 30 de noviembre.