Armando Santana, de Jaén a Stanford y Harvard: «En EEUU prima la cultura del esfuerzo, si quieres trabajar te lo permiten»
El joven jurista jiennense ha completado su tesis doctoral sobre parlamentarismo europeo en las prestigiosas Universidades estadounidenses
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Santana, dentro del complejo de la Universidad de Stanford
Hacía años que las Universidades de Stanford y Harvard no invitaban a un español al centro de investigación de su Facultad de Derecho. El andaluz Armando José Santana Burés (Jaén, 1988) pasó buena parte de la última primavera complementando su tesis doctoral en ... estos 'templos' del conocimiento internacional. Lo logró tras una exhaustiva criba donde ha pesado la brillantez de su currículum académico -obtuvo matrícula de honor o sobresaliente en 23 asignaturas, por poner sólo un ejemplo universitario-. En breve, además, será invitado a la de Oxford.
— ¿En qué ha consistido su estancia de dos meses en la Universidad de Stanford?
— Esta Universidad cuenta con un magnífico 'Law School', en el que nos encontramos a muchos de los profesores más citados en Estados Unidos, y además con un gran centro de investigación en mi disciplina. En dicho centro se desarrollan numerosos proyectos y actividades que permiten un desarrollo exponencial de los investigadores por varios motivos. Entre ellos destacaría la sólida formación y trayectoria de los investigadores que lo dirigen y la financiación y recursos con los que está dotado, que hace posible que sea un centro de referencia internacional. Cada semana es usual conocer a investigadores y profesionales del Derecho excelentes, con los que interactuar, aprender y emprender proyectos. Por tanto se podría decir que en este centro, en este 'laboratorio de ideas', he desarrollado mi tesis doctoral y explorado nuevos horizontes en la investigación.
— ¿Y su relación con la Universidad de Harvard?
— En la Universidad de Harvard he tenido la ventaja de seguir desarrollando mi tesis e investigación sobre las asambleas representativas y el parlamentarismo estando plenamente adaptado al país, a sus horarios y dinámica. Hago referencia a la 'dinámica USA' ya que esa diferencia cultural también se refleja en el ámbito laboral. Allí, al igual que en Stanford, te das cuenta de dos hechos. Uno, si les entusiasma tu proyecto, vas a recibir ayuda de distinta índole para desarrollarlo, ya que en ambas universidades son proclives a entablar rutinariamente conversaciones, incluso en ambientes distendidos como cafés y comidas, en los que reflexionar de manera conjunta sobre tu proyecto, y ser críticos con tu metodología, fuentes, objetivos… Tener a una o varias mentes dedicando su tiempo a pensar o repensar tu proyecto es un valor inigualable. Y dos, les encanta la cultura del esfuerzo y del trabajo. Si quieres aprender y trabajar, te lo van a permitir, y esto considero que es un factor diferencial si lo sabes gestionar.
— ¿Qué proceso debió superar para llegar a estas dos colaboraciones?
— El primer adjetivo para describirlo debería ser 'largo' ya que el proceso de admisión implica una serie de trámites burocráticos y administrativos que dependen de organismos externos como la Embajada de Estados Unidos en España y diferentes ministerios e implican varios meses de antelación. Respecto al proceso de admisión en sentido estricto, además de las oportunas pruebas de habla inglesa y evaluación de tus méritos, tiene como requisito crucial que tu proyecto, y también tu perfil, no sólo debe 'pasar' sus estándares, sino que tiene que gustarles.
— Estamos tan acostumbrados a leer estadísticas negativas de Jaén que casos de éxito como el suyo dan el doble de orgullo. ¿Qué significa para usted la provincia?
— Jaén es un sinónimo de hogar. Es mi casa, y la ciudad en la que me he formado y actualmente desarrollo mi carrera. Mis experiencias de internacionalización también han hecho posible que adquiera una conciencia del mundo que me haga valorar Jaén y me permita decir que esta tierra es verdaderamente maravillosa, con una calidad de vida auténticamente envidiable. Soy consciente de esos datos negativos, pero me gusta poner el foco en lo positivo y en los retos que tenemos por delante.
— ¿Se veía hace una década llegando al punto actual?
— Hace diez años aún estaba en el colegio, en el que he sido inmensamente feliz. Me veía únicamente comenzando el grado en Derecho. Harvard y Stanford no era algo que tuviera en mente por mi forma de ser y entender la vida. Es cierto que es importante planificarse a largo plazo, y tener metas y objetivos que te motiven y alienten a trabajar, pero soy una persona a la que le gusta vivir y centrarse en el momento presente. Encontrar la belleza en ese trabajo diario y ordinario, que desde fuera puede no ser tan atractivo o llamativo como Harvard, es una de las claves para disfrutar de tu trabajo y ser feliz.
— ¿Siempre quiso dedicarse al mundo de la ley?
— Sí. Tal vez por tradición familiar y por las series y películas de abogados, que me encantan, siempre he tenido claro que quería estudiar Derecho. Bien es cierto que me planteé realizar un doble grado con Economía, ya que esta también me atrae, y considero que entender la economía es entender el mundo, pero me decanté por estudiar Derecho. Todas nuestras relaciones y ámbitos de la vida cotidiana se encuentran regulados o al menos impregnados por el Derecho. La mayoría de las veces no nos damos cuenta, pero su función social y garantista resulta clave para nuestro mundo.
— Usted se ha formado tanto en la UJA como en la Carlos III. ¿Qué opinión le merecen ambas instituciones?
— Ambas son excelentes. Mi opinión respecto a la UJA, desde mi humilde perspectiva y mi todavía corta experiencia, es que tenemos a una institución universitaria que por nuestras circunstancias territoriales, sociales y económicas, es un verdadero bien social al que todos debemos contribuir y lógicamente proteger. La UJA es clave no solo para Jaén sino para toda la provincia, y creo que debe ser uno de los motores de la misma.
— ¿Cómo cree que se podría mejorar el servicio al ciudadano que se presta desde los tribunales?
— Mi actual relación con los tribunales es escasa por mi condición laboral, pero soy cercano a la práctica jurídica gracias a amigos que son miembros de la Carrera Judicial y Ministerio Fiscal, Abogacía General del Estado, cuerpo de Letrados de la Junta de Andalucía, etc. En nuestras conversaciones suelen apuntar a la mejora de los recursos económicos, y por ende humanos y medios técnicos.
— Dentro del sector jurídico, ¿en qué campo concreto le gustaría hacer carrera?
— Me apasiona la Universidad y quiero desarrollar una carrera académica. Pienso que es una ocupación que, aunque de carácter vocacional, da una alegría y satisfacción enormes. Poder investigar y mejorar así la sociedad, o ser docente, y estar en contacto con decenas de estudiantes cada año, es una oportunidad para inspirar y enseñar y ¡esto es un regalo de profesión! Soy consciente de que no todo es un camino de rosas, pero mejor poner el foco en lo positivo.
— ¿Se plantea su futuro en Estados Unidos o en cambio cree que debe desarrollar su carrera en España… o Andalucía?
— Considero y apuesto por mi tierra, y por tanto veo mi futuro en la UJA. No obstante no puedo perder el contacto con todos los investigadores que he conocido durante mi etapa en Estados Unidos. No solo por una cuestión personal, sino por que a corto y medio plazo pueden ser muy positivos para mi Universidad, y por tanto Jaén, y así aportar mi granito de arena. La internacionalización, puede ser muy beneficiosa para nuestra provincia por todas las oportunidades que de ella pueden derivar.
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