Educación en Andalucía
La innovación y la tecnología, dos pilares de la formación de los docentes a los que acercarse «con curiosidad y sin miedo»
ABC y Unia celebraron este martes un encuentro que reunió a ponentes de máximo nivel y que contó con la consejera de Desarrollo Educativo y FP Patricia del Pozo
Del Pozo apuesta por la formación profesional de los jóvenes para cubrir «miles de perfiles desiertos» en Andalucía
Sevilla
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Iniciar sesiónEste martes, cientos de miles de estudiantes de Andalucía comenzaban la Prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad. Otros, que terminarán sus estudios de Grado en escasas semanas, estarían recordando los nervios de aquel día con melancolía y el valor de quien ... se juega su futuro. Mientras que un tercer grupo, los más pequeños pero determinados, lo verían como algo lejano y un trance académico complejo de superar. En todos los casos existe un instrumento común: el constante cambio de la educación, sobre todo en lo que respecta a innovar o introducir tecnología en la docencia.
No había por tanto día más conveniente para celebrar en la Galería de ABC de la Plaza de Cuba de Sevilla un encuentro coorganizado con la Universidad Internacional de Andalucía (Unia) para abordar la aplicación de ambos conceptos y estrategias no tanto en la formación de los alumnos, sino especialmente en la del profesorado.
Para ello, se convocó a profesionales absolutamente versados en la materia como el ingeniero técnico Sergio Banderas, reconocido como mejor docente de FP de España en los Educa Abanca de 2019; y los tres catedráticos de Tecnología Educativa María Paz Prendes Espinosa; Julio Cabero Almenara y Julio Ruiz Palmero, que ostentan la Secretaría de Edutec, la dirección del Secretariado de Innovación Educativa de la Hispalense y la Vicerrectoría de Innovación Educativa y Campus Virtual de la Unia, respectivamente. El encargado de moderar la mesa redonda fue el director adjunto de ABC de Sevilla Juan José Borrero, que además recogió las preguntas o dudas lanzadas por el respetable.
La apertura del acto corrió a cargo de la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo que rápidamente señaló tres ventajas y necesidades del uso tecnológico en centros educativos: «el mayor rendimiento del alumnado en el desarrollo de sus competencias y habilidades», el afianzamiento del «compromiso de estos jóvenes con la sociedad» y estar a la altura para «llegar a todos, con independencia del lugar donde se encuentren o de sus capacidades».
Patricia del Pozo ofreció algunos datos, como «la dotación de 410.000 dispositivos entregados ya a los centros educativos», las «50.000 aulas digitales interactivas» que los complementarán o la apuesta por las «Matemáticas, Lengua y Lectura»; pero sobre todo incidió en la importancia de la formación permanente del profesorado «para lograr esa excelencia a la que aspiramos».
En ese sentido, la consejera abundó en que «es imposible formar a los alumnos sin dar previamente a los docentes los mejores y más actualizados instrumentos», al igual que no tiene ningún sentido «esta inversión tecnológica si los docentes o centros no tienen esa capacitación digital».
Una universidad «diferente»
A continuación ocupó el atril el rector de la Unia José Ignacio García Pérez que recordó cómo desde los orígenes de esta institución de enseñanza que ahora cumple 30 años existía «una encomienda social que es rara de encontrar en otras universidades hermanas: la actualización y la formación del profesorado».
Si a eso se suma que, nada más acceder a su página web se aprecia como segundo eje estructural todo lo relativo a la 'innovación', podemos extraer las conclusiones que la convierten en una «universidad diferente, pública y de posgrado», y que se refrendan con el hecho de que oferta un Máster en Tecnología Educativa que es «referente en toda Iberoamérica».
Asimismo, el rector aseguró que este mes de octubre tendrá lugar la segunda edición de la Escuela de Formadores en La Rábida y que entrará en vigor el Modelo Elia (Enseñanza en Línea y Acompañamiento personalizado), que se traducirá en enseñanzas de Inteligencia Artificial (IA) aplicada, por ejemplo, al sector financiero.
No sería la última vez que se debatiría acerca de las bonanzas o perjuicios de la IA en las aulas y en el mundo en general. Por ejemplo, Paz Prendes -por cierto la única ponente mujer y la única que trabaja en una universidad no andaluza, la de Murcia- puso cordura ante el pensamiento social de los estudiantes pudieran ir por delante de los docentes en el manejo tecnológico o la dudosa validez de un trabajo académico que haya sido elaborado con IA. «Los jóvenes conocen algunas aplicaciones pero no controlan los sesgos de la Inteligencia Artificial», explicó recordando que «los alumnos han intentado copiar toda la vida».
Su postura era clara: «en un mundo por explorar, lleno de posibilidades que brinda la tecnología, hay que afrontar el aprendizaje sin miedo, con curiosidad». Y el mejor lugar para hacerlo es el contexto educativo.
Confluyó, pero con matices, Julio Cabero, desde la voz de la experiencia que dan sus 30 años dedicado a la investigación y su dirección de más de 60 tesis doctorales. Para el catedrático «la tecnología no es la panacea que va a solucionar los problemas del sistema educativo, lo importante es que la innovación sirva para una mejor planificación. De hecho, en relación a la IA recalcó que «cada vez que sale una nueva tecnología se piensa que va a cambiar el sistema. Influyen más factores».
Lo social y lo tecnológico
Uno de los testimonios más llamativos lo brindó el tutor y docente del Máster de desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual Sergio Banderas, que enfoca sus clases para que, de todos los aprendizajes lo que salga más reforzado sean las 'soft skills', las habilidades del tipo «gestionar el tiempo, trabajar en equipo, desarrollar la capacidad de comunicación a la hora de presentar un proyecto... todo lo que hace despabilada a una persona».
A la pregunta de Juan José Borrero de cómo pueden los chavales aprender por la vía tecnológica y no caer ensimismados en sus prestaciones, Banderas sugiere «el deporte» y plantear «proyectos reales que nazcan de sus ideas y haga que profundicen mucho más que si se les marca el camino». El profesor aprovechó para lanzar la crítica a la Administración de la «excesiva burocracia» que envuelve su profesión.
Por último, pero no por ello carentes de peso y experiencia, fueron las nociones compartidas por Julio Ruiz Palomero, que además de su labor en la Unia es evaluador en distintas agencias nacionales como la de Calidad y Acreditación o la de Evaluación y Prospectiva.
Para Ruiz, «desde las instituciones educativas hay que dar respuesta a las realidades que hay fuera, no se puede dar la espalda a la tecnología, a la IA, o a la que llegue en un futuro».
Este es estilo es el que que aplican en la formación en línea de la Unia como «reflejo de una sociedad que está cambiando». Y desde luego, Ruiz concluyó en que «los alumnos no son nativos digitales, saben manejar cuatro cosas, pero a la hora de realizar un proyecto que implique tecnología necesitan mucha formación, que estemos con ellos, que les guiemos».
«¿Cómo se puede enseñar en un mundo que cree saberlo todo a golpe de tecla?», lanzó el moderador al aire al comienzo del evento. La respuesta, aunque no es sencilla, sí que se extrajo de los distintos puntos de vista: entendiendo que la innovación forma parte del tiempo que nos ha tocado vivir, que nunca se termina de aprender y que toda herramienta que reme a favor del crecimiento social siempre debe ser bienvenida.
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