Un enorme agujero se traga a una mujer en Matalascañas y los servicios de emergencias caen en él al intentar rescatarla

La mujer, que paseaba tranquilamente por una calle residencial, fue sorprendida por el colapso repentino del suelo. El agujero, que se formó tras la rotura de una tubería subterránea, provocó que el pavimento se quebrara, haciendo que la tierra se moviera y arrastrara a la mujer, que no tuvo posibilidad de reaccionar. Según testigos presenciales, el agua a presión y el barro dificultaban enormemente la visibilidad y los intentos de rescate.

De hecho, uno de los momentos más tensos fue cuando un hombre, que se acercó para ayudar en el rescate, también terminó cayendo al agujero. El suelo volvió a ceder justo bajo sus pies y desapareció en cuestión de segundos. Por suerte, ambos pudieron ser rescatados y fueron trasladados al centro de salud más cercano. La mujer presentaba una brecha en la cabeza y el hombre, heridas leves en las costillas, pero ninguno corre peligro.

El susto ha dejado a toda la comunidad en estado de shock, pero también con mucha indignación. Muchos vecinos llevan tiempo denunciando el mal estado del firme y de las canalizaciones subterráneas de la zona, pero aseguran que sus quejas han caído en saco roto.

Lo que más ha molestado tras el incidente es la respuesta de las autoridades. Apenas unas horas después, el socavón fue cubierto con un poco de arena como medida provisional. Para los vecinos, esto es un parche más que no soluciona nada. «Así va a estar por lo menos un año», decía una vecina en declaraciones a Antena 3. Además, hay preocupación por el resto de calles de la zona. «Todo esto está hueco por debajo», explicaba otro vecino. Temen que este accidente sea solo el primero de varios si no se actúa con urgencia.

Y es que este suceso ha dejado a las claras que Matalascañas necesita una revisión seria y urgente. El terreno aquí es especialmente vulnerable, y la falta de mantenimiento lo convierte en un riesgo constante para los vecinos. Por suerte, esta vez no hubo víctimas graves, pero no se puede seguir ignorando el problema. Los residentes y veraneantes piden soluciones reales, no arreglos temporales. Porque la próxima vez, tal vez no haya tanta suerte.