La taberna de Granada elegida por Juanma Moreno para su discurso de Año Nuevo: «Es un puntazo»

De ahí que resulte casi de justicia poética que el lugar elegido por el mismísimo presidente de la Junta de Andalucía para dar su discurso de Año Nuevo sea este bar centenario. Un símbolo, la taberna , y una provincia, Granada, la que primero y más restricciones sufrió en los convulsos meses previos a la vacuna.

Con el mensaje presidencial que se retransmitirá este jueves ya filmado, cuenta el granadino Alejandro Castro, actual dueño del local, que cuando llamaron desde el equipo de Juanma Moreno para ponerles en sobreaviso de que estaban en la terna como escenario, no se lo creían. «Pensamos que era una inocentada» , comenta. En pleno día 28 de diciembre , y con tan poca antelación, con toda la lógica, la encargada de barra no le daba crédito al asunto.

El negocio que llevan a las espaldas desde hace cinco años está cuidado con mimo, al detalle. El lugar, con solo echar un vistazo, resulta un 'atrezzo' perfecto , casi de película, para una grabación de la importancia del tradicional mensaje institucional. «Les encantó el local y la decoración cuando vinieron a visitarlo. Hemos echado mucho tiempo durante el cierre en invertir en que todo esté así de bonito y que pase esto ahora es un puntazo » señala Alejandro.

La historia de la taberna tiene miga. Antes de que la familia Castro se hiciera con ella, perteneció a Luis Granados , de ahí el nombre que conserva inmaculado. La familia Granados abrió el negocio como alpargatería en 1922 y poco a poco la pequeña barra improvisada fue ganando metros al negocio inicial. Lo tuvo durante casi un siglo. En 2013 fue traspasado por un breve periodo de tiempo a otros hosteleros con un paso algo infructuoso, hasta que Alejandro y su tío se quedaron con él. «Él era muy amigo de Luis y recuperamos un poco la esencia de lo que era» comenta orgulloso.

La recuperación del vino 'mejorana' , de elaboración propia e icónico entre los entendidos de esto en la capital granadina, da buena fe de ello. La fama por el paso de Moreno y las múltiples cámaras que acumularon corrillos en el día de ayer mientras se terminaba de grabar el mensaje, eso sí, esperan desde la familia Castro que no quite sitio a los parroquianos habituales. «Somos una taberna del barrio, por eso hemos podido seguir y agradecemos tanto tener a clientes fijos. Aunque últimamente nos va tan bien que apenas hay sitio para ellos ».

Una circunstancia a la que a buen seguro, no le hacen ascos. Al fin y al cabo se trata de un negocio familiar que vive, como los buenos bares, del boca a boca. Su madre, Gracia, y su hermano Álvaro, llevan adelante junto a él después de dos años difíciles un lugar plenamente reconocible. Incluso por el propio presidente, aunque apenas pasase unas horas allí. «Nos nombra uno a uno en el vídeo y todo» apunta Alejandro con una sonrisa bajo la mascarilla.