El juez salva al «director fantasma» del Centro Flamenco

En un auto fechado el 2 de junio por el magistrado instructor, Miguel Pasquau, se decreta el «sobreseimiento libre» de Luis Guerrero. Hoy diputado provincial en Málaga, este dirigente socialista fue contratado para el puesto pero nunca ejerció el mismo ni apareció por la sede del Centro Flamenco de la Junta, en Jerez de la Frontera. Antes al contrario, trabajó desde un despacho del Centro Andaluz de las Letras en Málaga, provincia en la que centró sus ocupaciones.

Cuando cesó en 2012 como asesor de la Diputación de Málaga fue porque tuvo la oferta de Luciano Alonso para trabajar en actividades de la provincia desde la Consejería de Cultura «con atribución de funciones que profesionalmente le resultaron más interesantes». Así lo especifica en su escrito el magistrado que dispone que estos hechos «no son constitutivos de delito» en lo que respecta a Guerrero. La «supuesta ilegalidad» de su nombramiento «no le sería imputable».

En cuanto a la malversación de fondos públicos que se investigaba en un inicio, el instructor resalta que la jurisprudencia no considera como tal «el destino de fondos a finalidades diferentes de las previstas presupuestariamente» con interés público como sería «el fortalecimiento de determinadas iniciativas culturales en la provincia de Málaga».

«Es una decisión de carácter político que, en sí misma, no podría calificarse como ilegal o ilegítima, al margen del juicio que puedan merecer los medios empleados para ello», añade el auto del TSJA.

Así mismo, Pasquau solicita informe sobre la persona designada como director de Industrias Creativas y del Libro entre el 5 de mayo de 2012 y el 17 de junio de 2015 para continuar unas investigaciones en las que también pide información sobre la persona designada como director de la Filmoteca de Andalucía con fecha 10 de septiembre de 2013 «acompañándose cuanta documentación obre sobre dicho nombramiento».

Es pronto para saber si estas solicitudes supondrán una ampliación de la causa a estos organismos dependientes también de la Consejería de Cultura.

Luciano Alonso nombró a Luis Guerrero en dos ocasiones: la primera mediante una orden de 1 de agosto de 2012 que mantuvo vigente hasta el 10 de septiembre de 2013, y la segunda desde ese día hasta el 12 de junio de 2015. En total, percibió 13.834 euros en 2012; 36.615 euros en 2013; y 36.666 euros en 2014, por desempeñar un cargo que él mismo reconoció que no sabía que ostentaba.