Diáspora de médicos de Andalucía: «No nos vamos por gusto: un sanitario hace cada día el trabajo de tres»

Cientos de profesionales emigran cada año por la diferencia salarial y la falta de reconocimiento con respecto a otros países

Un joven sanitario camina frente a un ambulatorio cerca de la Facultad de Medicina en Granada Antonio L. Juárez

Álvaro Holgado

Podría parecer impensable que después de una pandemia como la vivida los últimos dos años la figura del médico no se considerase esencial por parte de cualquier institución. «Héroes» es el apelativo mínimo que se les concedía durante los ... duros meses del confinamiento por la Covid en aquella primavera de 2020.

Fue entonces, cuando los aplausos en los balcones y las loas en cada artículo de opinión se sucedían, cuando Pedro, de 26 años, natural de Granada , un nuevo «héroe» utilizando el argot de los tiempos, comenzaba su primera experiencia laboral en la tierra donde nació tras aprobar el MIR. Un año después de esos aplausos, tiene decidido irse del país.

«Llevo toda la vida estudiando. Desde la selectividad. Hipotecas tu vida. Claro que quiero quedarme aquí. Tengo todo, mi familia, mis amigos. Pero al final te tienes que ir donde te valoren» explica. En el horizonte, Alemania, que sigue recogiendo año a año a profesionales formados en la educación pública que luego el sistema sanitario no termina de recoger.

Su caso es, de hecho, el de cientos de médicos en Andalucía . Las condiciones extraordinarias de este curso no son siquiera el principal problema. Las «camas calientes» , es decir, el lugar donde descansan los sanitarios uno tras otro tras guardias interminables; el salario , muy bajo en comparación con otros países , son sólo algunas de las razones para el éxodo. «Al final te sientes menospreciado. Le estás salvando la vida a alguien y parece que no importa».

Paradojas del sistema

Una estudiante de Medicina frente a su facultad en Granada Antonio L. Juárez

Al mismo tiempo que Pedro cuenta su experiencia, la semana pasada el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre, volvía a incidir en que durante los próximos diez años comenzarán a faltar médicos . «Un problema que además se irá agudizando por las jubilaciones previstas». Un drama casi absurdo si tenemos en cuenta que cada año se gradúan siete mil médicos en las 41 facultades de medicina , según datos de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas.

La problemática, eso sí, no es nueva. Tanto que incluso en las propias facultades hay quienes tras terminar sus estudios se van directamente al extranjero. Álvaro, de ahora 28 años, se fue hace cuatro, tras estudiar también en Granada . Se fue asimismo a Alemania , y está a caballo entre este país y Luxemburgo . Recién terminada la carrera, no tuvo dudas.

«Aquí nos tratan como estudiantes, no como trabajadores. Además, evidentemente, cobro mucho más» comenta. «Aquí hay hospitales donde te puedes formar en prácticamente lo que sea. Es como si hubiera un hospital enorme en la Alpujarra. Claro que es más atractivo en todos los sentidos. Si no fuera así no me hubiera ido».

La diáspora, a veces tan temprana como la de este último ejemplo, es latente si miramos los números. Más de medio millar de médicos dejó Andalucía en el año 2020 según el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Y su propio presidente, Antonio Aguado, subrayaba que el principal problema está en la brecha salarial con respecto a otros países.

En el lado oeste de la comunidad andaluza, en Sevilla, se encuentra ahora Antonio, donde termina también la carrera de Medicina. También con 28 años, natural de Córdoba e hijo de médico, suma este grado a una licenciatura en Medio Ambiente y experiencia profesional en el extranjero.

He cobrado mas trasportando cajas en el Decathlon que en un hospital

Antonio, 28 años

Estudiante de MIR

Y una frustración importante tras decidir quedarse en Andalucía a hacer el MIR antes que aprender idiomas. «Aún no me he ido porque no sé ni inglés ni francés, ni alemán. Si no ya no estaría aquí. Veo a otros compa-ñeros que se van a Francia a zonas rurales con casa, menor ratio de pacientes, y encima tres veces el sueldo de aquí. He cobrado más trasportando cajas en el Decathlon que en un hospital» .

A eso se suma la calidad de vida. De nada vale vivir donde se quiere si no se puede vivir, como cuenta Antonio. «Si sumas guardias, ¿cuánto tienes? ¿un día libre? Vives en el hospital. Por ese dinero no merece la pena» explica. «Mi futuro está fuera. De chico me dijeron que cuanta más responsabilidad tienes, más cobras. Quieren traer material de última generación y no tienen cómo pagar a quien sabe utilizarla. Conozco profesionales, de los mejores, que siguen firmando contratos semanales».

La puerta, eso sí, está abierta. Más de 90.000 profesionales se jubilarán en España en los próximos años. Y en Andalucia, sólo el año pasado, fueron 2.202 los que pasaron a cobrar su pensión. Se calcula que dotación anual de médicos MIR que según el reparto del Ministerio de Sanidad corresponde a Andalucía solo cubrirá el 70 por ciento de las bajas de los facultativos que finalizan en el próximo quinquenio su vida laboral.

Mientras tanto, 6.809 de los 22.620 médicos del SAS tiene más de 55 años . Y todos los entrevistados en este artículo, así como la gran mayoría de los emigrados, apenas llegan a los 30. La Junta parece haber recogido el guante y las dotaciones en sanidad para el próximo presupuesto aumentarán en más de 1.000 millones de euros. « Con que mejoren un poco, volveremos todos ¿ dónde se va a vivir mejor que aquí ?» apostilla Antonio.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios