Registrado un terremoto de 3,6 grados de magnitud en la Puebla de Don Fadrique (Granada)

Este tipo de intensidad implica que los propios vecinos, de forma teórica en torno a la magnitud registrada, han podido sentirlo de manera notable dentro de edificios, que las personas en reposo sintieron un balanceo o ligero temblor y que los objetos colgados, como en muchas otras ocasiones en la provincia, oscilaron levemente durante algunos segundos.

Sería el uno de los que más se habría notado de los registrados en estos días. El que más se produjo un día más tarde, el viernes, registrando 3,7 grados y a 0 kilómetros de profundidad. El jueves, tal y como informó el IGN el seísmo fue de magnitud 3,0, registrado con epicentro en la localidad granadina de Zafarraya, a pocos kilómetros de la Puebla de Don Fadrique. Este se produjo a las dos de la mañana a una profundidad de unos 50 kilómetros, mientras que el de este martes se produjo a cinco kilómetros de profundidad.

Granada y los terremotos van a menudo de la mano. Sobretodo tras el enjambre sísmico de 2021, donde los vecinos llegaron a salir a la calle por el miedo a la caída de edificios. Aún así, tal y como explican los sismólogos, se trata siempre de «terremotos pequeños» y la posibilidad de que estos sean mayores es mínima. En Granada, concretamente en la zona de Santa Fe, en la cuenca norte de la Vega granadina, existe una alta actividad sísmica que reproduce esos pequeños terremotos de forma constante.

En otras zonas de la provincia, en Loja, por ejemplo, la zona llegó a contar más de 22 terremotos en un mes a finales del año pasado, aunque apenas fueron notados por la población. Eso se debe principalmente a que es una zona «muy fragmentada previamente», es decir, que hablamos de zonas de fallas pequeñas. «Son terremotos repetidos, de magnitudes moderadas«, insisten.

La presencia del terremoto en Siria y Turquía, aún así, ha provocado que los miedos por parte de la población afloren nuevamente, como se puede constatar en las redes sociales.

El fantasma del enjambre sísmico que provocó la alarma social en enero de 2021 y que se alargó, aunque con menor intensidad, durante meses, está casi siempre presente. Entonces fueron casi 1.000 terremotos en una semana, con los consiguientes daños ocasionados que elevaban la factura a decenas de miles de euros. Los expertos, a pesar de todo, piden «calma» ante lo que entienden como parte de la normalidad en la zona.