Fuentes judiciales han precisado que los resultados no son concluyentes y que se está a la espera de la realización de pruebas complementarias y de que se emita un informe final, que podría o no revelar si el bebé fue arrojado con vida o había muerto después del parto.
El caso está siendo investigado por la Guardia Civil y las diligencias corren a cargo del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Fe, que se está encargando del asunto por ser el que se encontraba en funciones de guardia el sábado 10 de agosto, cuando, poco después del mediodía, fue encontrado en una de las líneas de triaje de la planta de reciclaje, más exactamente en la cabina de control de calidad.
Los esfuerzos del Instituto Armado se centran en encontrar a la persona o las personas que pudieron arrojar al bebé entre los residuos. Y en ese sentido reconocen que no es nada fácil porque a la enorome planta de Alhendín, de 850.000 metros cuadrados, llegan a diario más de 200 camiones procedentes de casi todos los municipios de la provincia, que son 174.
«Es como buscar una aguja en un pajar», ha reconocido una persona próxima a la investigación. La Guardia Civil, sabedora de que la solución es más que complicada, ha pedido la colaboración ciudadana y ha habilitado el teléfono 062 para que cualquiera que disponga de información sobre este suceso pueda facilitarla.
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