Vandalizan de nuevo con pintadas los bustos gigantes de los Goya en Granada

La forma de hacerlo ha sido colocar carteles y mensajes escritos con tiza -y por tanto fáciles de borrar, el Ayuntamiento de Granada ha confirmado que ya se ha hecho salvo en el caso de Plaza Nueva, porque tiene pintura roja y se la va a llevar la Academia de Cine para que la trate un restaurador - para «señalar» demandas locales «que a menudo quedan relegadas cuando la ciudad es utilizada como telón de fondo para eventos políticos y culturales«.

Hay un lema común en todos los actos reivindicativos: 'Los protagonistas de Granada: su gente'. Después, en cada uno de ellos se ha llevado una cuestión. El 'cabezón' del bulevar de la Constitución defiende la igualdad y los derechos del colectivo Lgtbi. El de Camino de Ronda, el feminismo. El de La Chana, el ecologismo. El de la zona de Hípica, en Vergeles, el antirracismo. El de Joaquina Eguaras, la situación del distrito Norte. El del distrito de Genil, la situación de Palestina. Y el de la Plaza Nueva, la vivienda.

«Queremos denunciar la falta de respuesta institucional ante cuestiones clave como el acceso a la vivienda, la contaminación del aire, la precarización de la sanidad pública y la turistificación masiva. También las luchas feministas o la situación de los barrios en situación de mayor vulnerabilidad, como Norte, donde los cortes de luz siguen siendo una problemática crónica«, han expresado en una nota.

Los colectivos han añadido que «siempre se utiliza Granada como un escenario por su belleza, pero quienes vivimos aquí también tenemos derecho a disfrutarla. No podemos hacerlo si nuestra salud está en riesgo, si nuestra identidad es cuestionada o si no tenemos acceso a una vivienda digna. En un contexto de crisis a diferentes niveles, la ciudadanía granadina sigue alzando la voz para reclamar un modelo de ciudad más habitable, justo y sostenible».

Poco después de que fueran colocadas, dos de las réplicas a gran tamaño de las estatuillas de los Goya fueron vandalizadas, aunque el contexto era bien distinto y no había, aparentemente, ningún mensaje detrás. Fueron simples actos vandálicos que consistieron en pintar bigotes a los bustos instalados en la Plaza Nueva y el Paseo del Violón.