Granada también quiere implementar la tasa turística a pesar de las reticencias de los hosteleros

En el caso de Granada, tras el anuncio de su alcalde, el socialista Paco Cuenca, el Ayuntamiento se ha encontrado con la negativa del sector hostelero, que de ninguna manera ve «que sea el momento» de llevarlo a cabo. «Estamos con una inflación de más del 10% y todavía saliendo de los efectos económicos de la Covid» apunta Gregorio García, presidente de la federación de Hostelería a ABC.

De hecho, tal y como apunta García, la mayor reticencia se encuentra en que haya agravio comparativo entre provincias. Es decir, que haya preferencias por lugares como Cádiz, por ejemplo, donde no exista la tasa. Un hecho, en todo caso, que iría a la contra de las políticas en busca de mejorar el tipo de turista que visita las ciudades andaluzas. Sobre todo si se desestiman lugares como Granada, con uno de los monumentos más visitados del mundo como es la Alhambra, por apenas un puñado de euros.

Fuentes del Ayuntamiento, de hecho, insisten en este sentido en el valor añadido que se puede dar a la ciudad. No solo por la cualificación del turista sino por la misma recaudación del impuesto. El alcalde de Sevilla calculaba esta semana unos siete millones de euros que recaerían en las arcas del municipio. La iniciativa del Ayuntamiento de Málaga, precursor de la propuesta, avala además la medida con el éxito reconocido de su modelo turístico .

Cuenca, ante todo, ha incidido en que la idea se debatirá con el sector hostelero, aunque el convencimiento y la unión política tanto con las capitales antes mencionadas como sondeos con otras como Jaén o Almería dejan entrever que la propuesta a la Junta se consumará.

El quid de la cuestión está en que los ayuntamientos como tal no tienen competencias para implementar la tasa, por lo que la pelota está en el tejado del gobierno autonómico.

Si bien el imponer una tasa turística a los visitantes cuando cogen su hotel ha sido polémico desde la aparición de la idea a principios de década, se ha manifestado como un modelo positivo en numerosos sitios. En Europa está completamente normalizado, mientras que en España el caso más relevante es el de las Islas Baleares.

La intención es promover un turismo más cualitativo y con revierta exponencialmente en la economía de la ciudad. Desde 2016, el gobierno balear ha reinvertido cerca de 52 millones de euros en numerosos proyectos del archipiélago, enfocados, sobre todo, a mejorar el entorno natural que, por otra parte, es la razón por la que lo visitan millones de turistas cada año.