Conmoción en Granada tras la explosión de gas en un piso: «Ha sido una tragedia, era el único niño del bloque»

El suceso, que tuvo lugar en la madrugada, acabó con la vida del menor, de seis años, mientras que su madre se encuentra en la UCI en estado grave

La combustión, según todos los indicios, se dio tras encender una luz tras un escape continuado de gas

Muere un niño y su madre resulta herida grave en una explosión en un piso de Granada

Imagen de la vivienda quemada tras la explosión ANTONIO L. JUÁREZ

Álvaro Holgado

Granada

En el tercer piso del bloque de viviendas en el número 26 de la calle Circunvalación de la Encina, en Granada, una madre entraba junto a su hijo al cuarto de baño de madrugada. Nada más encender la luz, un escape de gas ... hizo explotar en un instante el pasillo y se llevo la vida del chico, de apenas algo más de seis años. Es la tragedia que se vive este martes en este piso del barrio de la Chana, que todavía se recupera del impacto de la noticia.

«Era el único niño que había en el bloque. Sonriente...un niño. Siempre se acercaba a mi suegra para hablar con ella cuando iba con el andador», explica una de las vecinas de esa misma planta. Entre los vecinos, todavía consternados tras la noticia, hay quienes son incapaces de aguantar las lágrimas. Nombran al pequeño y después llega el silencio. Uno de los que atiende a ABC, tras preguntarle, siquiera relata lo sucedido y prefiere no seguir contando mientras la voz le tiembla. «Lo veía todos los días», señala antes de cerrar la puerta.

El menor era la nota discordante entre los habitantes de unas viviendas mayoritariamente destinadas a jubilados y estudiantes, la norma en los barrios ya más periféricos del centro granadino. La familia, de origen marroquí, llegó hace seis años a este piso de la capital hace seis años. La madre, embarazada entonces, convivía con el niño y era conocida entre los vecinos por los largos paseos a carrito que le daba. Sobre el marido y padre, hay poca información contrastada. Los vecinos prefieren no hablar. No estaba en la casa en la madrugada cuando se produjo el incidente.

Este sucedió pasadas las 3.15 horas, según explica Gustavo Molino, jefe del Cuerpo de Bomberos de Granada. Los efectivos, eficientes, llegaron pasados unos minutos. Pero ya era tarde. La explosión que se produjo por el gas en el ambiente y el chispazo de electricidad hizo que el barrio y el bloque entero se pusiera en alerta. En segundos, la combustión se convirtió en incendio. El fuego salía por el balcón de la casa, quemando los toldos de las planta superior y la inferior.

La mujer salió al balcón a gritar. «Socorro». Las llamadas al 112 se sucedían y algunos captaban en vídeo el horror de la escena. Los bomberos, al llegar, iniciaron la evacuación de las víctimas con la grúa. La madre salía, por un lado, con quemaduras muy graves y que la mantienen en la UCI hasta el momento. El niño ya había fallecido. La explosión fue de tal envergadura que lo arrastró por todo el pasillo hasta el salón.

Tras recoger el cadáver, los vecinos miraban consternados la escena y la noticia. La mayoría de ellos había salido corriendo, se habían avisado entre ellos o eran reclamados por la Policía para que desalojasen. Hasta 40 personas se encontraron en la calle durante un lapso de dos horas, mientras que los demás ponían toallas en la puerta y se les pedía que no se moviesen por la enorme cantidad de humo. 

Duelo

El luto y el susto en la cara de todos ellos seguía presente esta mañana. Judit, de la segunda planta, recuerda cómo su pareja salió corriendo hacia la casa de otra vecina anciana, Águeda. «La cogió en brazos y la sacó hasta la puerta», explica todavía impactada. El desalojo se produjo de la misma forma por parte de Bomberos con otras personas de edad avanzada. No habían tenido relación expresa con la familia, pero sí que confiesa la complejidad de retomar el día a día tras el suceso. «Teletrabajamos y todavía apenas podemos concentrarnos».

La mujer mayor que bajó en los brazos de la pareja de Judit señala por su parte haberse quedado impactada por lo que estaba sucediendo en el momento. Las plantas quemándose, el toldo el ardiendo desde la vista de su salón...lo relata todo nada más preguntarle sobre la noche. No existía para ella un especial vínculo con el niño, pero sí que lo nombra igual que todos.

La plaza de la urbanización es un punto de encuentro para estas señoras mayores caída la tarde y al pequeño, claro, se le conocía. La convivencia, en general, era buena, aunque la familia en estos meses pasaba por un mal momento, tal y como han confirmado fuentes oficiales.

Desde el Ayuntamiento señalan que se habían sucedido impagos en el alquiler por parte de la madre y que los servicios sociales estaban al tanto de la situación y del expediente abierto en el consistorio. El propio alcalde, el socialista Paco Cuenca, ha querido acercarse esta mañana para expresar sus condolencias y prestar apoyo a los vecinos del barrio, La Chana, que también es el suyo. «Queríamos tener contacto desde la madrugada para trasladar el dolor que sentimos todos por el menor que ha perdido la vida y con la madre, que se encuentra muy grave«, ha señalado el regidor.

La consternación es profunda entre todos los que se acercan al lugar y observan el evidente boquete negro que se avista entre las ventanas. Según explican desde Bomberos, la vivienda soportó la explosión y ni los tabiques se han visto afectados. «Está en investigación, pero podría no tratarse siquiera de un fallo en la instalación. Supimos desde el primer momento que el foco estaba en la cocina«. El origen, a falta de confirmación oficial, es claro: un hornillo de gas abierto y que se cobró, en apenas unos segundos, la vida del único niño de este bloque del número 26 de la Circunvalación de la Encina.

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