El hombre, que estaba en tercer grado penitenciario y pasaba un fin de semana fuera de la prisión, tenía una orden de alejamiento de la mujer. La había agredido y esa fue la causa de que fuera a la cárcel. Ella estaba inscrita en el sistema Viogén y teóricamente su pareja no podía acercarse a ella.
Después del accidente, se quedó en el lugar de los hechos hasta que llegaron las asistencias sanitarias, pero cuando vio que también aparecían agentes de la Guardia Civil, optó por huir. Natural de Iznalloz, una localidad situada a 25 kilómetros de Guadahortuna, es ahí donde se centraron las labores de búsqueda, por entender que podría haberse refugiado en casa de algún familiar.
La Subdelegación del Gobierno ha confirmado que la detención se ha producido en Iznalloz, en el domicilio de su madre, así que las sospechas de los agentes del Instituto Armado iban bien encaminadas. Ahora, su declaración ante la Guardia Civil y en sede judicial puede ser determinante para esclarecer las causas del mortal accidente.
En ese sentido, aunque el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, adelantó que la autopsia realizada a la mujer revelaba que sus heridas eran «compatibles» con un accidente y que por tanto la posibilidad de un caso de violencia machista podía quedar casi descartada, es crucial saber qué dirá él sobre este asunto.
La Subdelegación ha especificado ahora que el detenido se enfrenta a varios delitos: quebrantamiento de condena -no se presentó en la prisión tras finalizar su fin de semana en libertad- incumplimiento de la orden de alejamiento y homicidio imprudente. Por ahora no se sabe cuándo será puesto a disposición judicial. disposición judicial.
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