El exmarido de Juana Rivas: «Me denuncia una persona enferma que ha hecho de la vida de mis hijos un infierno»
El juicio a Arcuri por presuntos malos tratos a sus hijos se ha trasladado a octubre: «No hay base, no hay fundamento», recalca el acusado
«Han pasado cosas muy graves en los siete meses que mi hijo menor ha pasado en España con su madre, su familia y gente que ni es familiar; la violencia la ha sufrido allí»
Los abogados de Juana Rivas cargan contra jueces de Granada en vísperas de que su exmarido se siente en el banquillo en Italia
Granada
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Iniciar sesión«Me acusan de barbaridades que nunca han pasado, no sé cuántas denuncias ha puesto contra mí, he perdido ya la cuenta. Es una persona enferma, instrumentalizada ,que ha hecho un infierno de la vida de mis hijos. Creo que en la base de todo ... está una enfermedad mental y le haría falta un análisis psiquiátrico».
Francesco Arcuri, exmarido de la granadina Juana Rivas, ha hecho estas declaraciones a la salida del juzgado de Cagliari (Italia) donde este jueves iba a comenzar el juicio en el que está acusado de malos tratos físicos y psicológicos a los dos hijos que tuvo con la española, Gabriel, de 18 años, y Daniel, de 11. La primera jornada de la vista oral se debía centrar en cuestiones técnicas y Arcuri no ha declarado. Sin embargo, el Tribunal Penal de Cagliari ha vuelto a emplazar a las partes para octubre. En la audiencia no han estado presentes ni su expareja, la vecina de Maracena (Granada) Juana Rivas ni ninguno de sus dos vástagos.
Según las fuentes del caso consultadas por E. P., la cuestión procesal previa ha tenido que ver con la petición al tribunal sobre la representación en el juicio del menor de ellos, de 11 años y que volvía con su padre, que tiene la custodia, el pasado julio a Italia. Fue tras permanecer desde fechas navideñas con la madre en España, un asunto por el que ha de declarar el próximo 30 de octubre como investigada por la presunta comisión de un delito sustracción de menores en el edificio judicial de Caleta, en Granada capital, Rivas, que ya fue condenada previamente por este ilícito después de que en el verano de 2017 pasara un mes en paradero desconocido con sus dos hijos incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregárselos al padre.
En declaraciones a Canal Sur TV, Arcuri ha dejado claro en varias ocasiones que lo único que quiere es que sus hijos «sean felices» y que hará «todo lo posible para protegerles». En el caso del menor, sobre el que tiene la custodia y que se trasladó con él a Italia el pasado 25 de julio tras pasar siete meses en Granada con su madre, ha remarcado que está «muy bien» y que no ha necesitado readaptarse «porque ha vuelto a su vida normal, a su casa, a lo que tenía antes».
Entre las cuestiones previas que se han abordado en esta primera jornada del juicio, el abogado de Arcuri ha recordado que sobre Juana Rivas hay una causa pendiente: la Audiencia Provincial de Granada emitió el 24 de julio un auto en el que ordena abrir diligencias de investigación para determinar si ella secuestró a su hijo menor, que teóricamente debería haber vuelto a Italia en enero, tras pasar con ella las Navidades.
El italiano ha incidido en que, en esos siete meses, han ocurrido «cosas muy graves» que Daniel le ha contado y que no ha querido reproducir, pero ha dejado claro que el niño «sólo ha sufrido violencia en España, cuando ha estado con su madre, con la familia de ésta y con otras personas que ni siquiera son de la familia».
Sobre la posibilidad de que Daniel pueda volver a España alguna vez, Francesco Arcuri no se ha pronunciado abiertamente, aunque sí ha dicho que «siempre que mi hijo ha querido hablar con su madre por teléfono, ha podido hacerlo», y que no está en su ánimo cambiar esa dinámica.
La denuncia: «Sois gusanos repugnantes, como vuestra madre»
Por su parte, la abogada de Juana Rivas en Italia, Virginia Dascanio, ha argumentado que en el juicio presentará «testimonios, fotografías, informes médicos, audios y vídeos» que demuestran, a su juicio, que Arcuri maltrató a sus dos hijos y que por eso pide una sentencia condenatoria.
«Les golpeaba en la cabeza, empujándolos contra la pared o arrojándolos con fuerza al suelo. Los ofendía diciéndoles que eran gusanos repugnantes como su madre, que no valían nada, llamándolos hijos de puta, gilipollas, imbéciles y otros epítetos similares«, ha detallado la Fiscalía en su escrito de acusación.
Por su parte, la defensa de Arcuri había solicitado el sobreseimiento del caso para dar por finalizado este proceso, argumentando que las declaraciones de los hijos presentadas por Rivas son «unilaterales» y carecen de fiabilidad. Hoy lo ha vuelto a reiterar: «Esa denuncia no tiene ninguna base, ningún fundamento», ha remarcado.
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