TRASTORNOS
La soledad y la depresión estivales concentran la actividad del Teléfono de la Esperanza en Córdoba
El servicio de llamadas registra en lo que va de verano 828 comunicaciones, de las que 41 son de personas con ideas suicidas o que están cometiéndolo y con un alza notable de adolescentes
La mitad de las muertes violentas registradas en Córdoba en 2022 fue por suicidio
Córdoba
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Iniciar sesiónNo es solo esa sensación que te entra por los ojos y se queda dentro de ti cuando caminas por la calle sin nadie a tu alrededor, con el calor asfixiante hiriéndote el cuerpo y la mente. No, es un mal casi endémico ... en el verano, y en concreto en agosto, cuando apenas nadie se asoma por los visillos a la ciudad desierta. Sí, la soledad. Quién sabe qué hay detrás de cada ventana.
Los suicidios en Córdoba suben un 23% en un año con uno cada cuatro días
Rafael AguilarDurante 2020 se registraron en Córdoba 84 autolesiones letales, y crecen las cometidas por menores
Si alguien tiene una idea aproximada de la vida puertas adentro es el cuadro de mandos del Teléfono de la Esperanza, que no se va de vacaciones porque hace falta que siga ahí. Dieciséis orientadores que atienden a los usuarios que llaman a su número -957470195 en Córdoba y 717003717 para toda España- permanecen al pie del cañón en pleno agosto. Porque los problemas no entienden de días libres.
María José Rodríguez Cruzado es la coordinadora del Orientación del Teléfono de la Esperanza en la provincia. «Sí, la soledad está detrás de muchas llamadas que recibimos, pero también las rupturas de pareja y los suicidios, algunos en curso, y que cada vez más nos llegan de personas muy jóvenes, de dieciséis y diecisiete años», explica.
El Teléfono de la Esperanza en Córdoba ha facilitado a ABC el balance de su actividad desde comenzó el verano, que está en la línea de la que registró el pasado año en estas mismas fechas. Desde el inicio del estío y hasta el momento, la institución ha atendido a 828 personas, el 60 por ciento de las cuales son mujeres.
La comparación con el verano de 2022 es favorable al actual: entonces, la organización gestionó 1.569 avisos, también con una mayoría de demandantes femenina, si bien hay que puntualizar que aún queda casi un mes para que el estío concluya, por lo que es lógico que la cifra de este ejercicio crezca hasta que llegue el otoño.
Problemas psicológicos
¿Y por qué decide alguien agarrarse al móvil o al auricular de la sala de estar y contarle su sinvivir a un desconocido? El informe del Teléfono de la Esperanza señala que el 35,1 por ciento de las 828 comunicaciones desde el pasado 21 de junio se encuentra relacionado con problemas psicológicos o psiquiátricos, y que el 6 por ciento se refiere a cuestiones familiares o a conflictos en las relaciones personales con los más cercanos. Un cajón de sastre con el epígrafe de 'Otros problemas' agrupa a otro 31 por ciento de comunicantes.
El documento baja al detalle de las situaciones que motivan el recurso a la conversación telefónica con un orientador, y recalca que la soledad y la incomunicación es la causa más común: así, este estío el Teléfono de la Esperanza ha atendido a 115 ciudadanos que cuando se ponían a contar sus inquietudes confesaban que se sentían solos o que no acertaban a la hora de establecer vínculos sólidos con los demás. Este grupo supone el 12 por ciento del total de las llamadas.
Es el número de personas que han llamado al Teléfono de la Esperanza este verano con problemas de soledad o de incomunicación
A continuación se hallan quienes relatan crisis depresivas: suman desde finales de junio 59 llamadas, el 6,2 por ciento. La tercera posición es para aquellos a los que les martillea una idea suicida: suman 41 casos, el 4,3 por ciento de las 828 comunicaciones. Cuando un orientador se las ve con una persona en esta situación se olvida de que los minutos existen. «Es el único caso en el que no hay límite de tiempo para hablar, porque nunca cortamos. Nuestro deber es acompañar», resume María José Rodríguez Cruzado. «Con mucha sutileza tratamos de recabar datos de dónde vive esa persona, de cómo se llama, y damos aviso al 112, para que empiece a actuar», añade.
En la provincia se registran al año unas 80 autolesiones letales, o dicho de un modo más gráfico: hay un suicidio cada cuatro días.
Los argumentos
¿Y qué hace un voluntario del Teléfono de la Esperanza cuando alguien le dice que se va a suicidar o que directamente está en ello, con el bote de pastillas en la mano o sentado en el quicio de una azotea? Lo resumía el orientador Jesús Lázaro para este periódico en un reportaje publicado en septiembre del pasado año: «Lo que de ninguna manera hay que hacer es tratar de convencer a esa persona de que no se suicide, por que no va a dar resultado, sino que lo que hay que decirle es que es mejor que lo haga al día siguiente, que lo aplace, que no tiene por qué tener prisa». La cuestión, el objetivo, es ganar tiempo.
El informe de la actividad de la institución de ayuda a personas con problemas da el perfil de los usuarios: el 42 por ciento de quienes han llamado este verano tienen entre 46 y 65 años, y el 10 por ciento entre 26 y 35.
Además, el personal del Teléfono de la Esperanza realiza un acompañamiento a personas mayores, que funciona a la inversa del resto de sus servicios: es la institución la que llama a ciudadanos con edad avanzada para interesarse por estado de salud y por su vida diaria, por la alimentación o por la forma con la que afrontan las altas temperaturas . Este verano ha realizado 86 comunicaciones de este tipo.
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